La reactivación económica y el aumento del consumo han propiciado que este año el sector industrial de la provincia haya dado un paso cuantitativo sustancial, al recuperar los niveles de actividad que había perdido durante la reciente crisis. Y, aunque aún mantienen una bolsa de desempleados superior a la de 2007, con 27.038 en agosto, ha ido frenando el crecimiento desde 2012 y ahora realiza un 32% más de contratos que hace diez años.

Los motores han pasado de estar más bien a ralentí a recobrar potencia. La tasa de actividad de la industria alicantina se encuentra ahora en el 16,8%, según los datos del segundo trimestre. Un nivel que no sólo supera en dos décimas a los registros que presentaba hace nueve años, en el mismo trimestre de 2008; sino que, además, rebasa ampliamente la del 12,0% que representaba hace sólo un año, de acuerdo con los datos incluidos en un informe de UGT en l’Alacantí-La Marina.

«La industria se encuentra en momentos precrisis y ha aumentado su productividad gracias a que durante la recesión, sobre todo en los dos últimos años cuando comenzaban a darse los primeros síntomas de reactivación de la economía, ha invertido en la renovación de equipos. Ahora son más eficientes y representan un mayor ahorro energético», explicaba Luis Rodríguez, secretario general de la patronal del metal Fempa y presidente de la comisión de Industria e I+D de la Cámara de Comercio de Alicante.

El efecto positivo del aumento de los pedidos también se ha trasladado en el último año al mercado de trabajo. Además, en este sentido, se ha producido «un gran cambio en la demanda de empleo. Las empresas buscan ahora perfiles más cualificados, con una formación de base -de FP, por ejemplo- y conocimientos en nuevas tecnologías. Más que una titulación en sí, las compañías buscan que los trabajadores tengan capacidad de adaptación a los cambios que, precisamente, implican las nuevas tecnologías», explicaba Luis Rodríguez. Al margen de esta tendencia, las empresas continúan cubriendo los puestos necesarios para los picos de actividad. Y, ahora esta gestión se realiza «de una forma más planificada», añade. Otro de los cambios derivados de la adaptación a la nueva economía después de la recesión.

La cara y la cruz del nuevo empleo

Este nuevo contexto de recuperación es «una realidad», para los sindicatos. Sin embargo, organizaciones como UGT advierten en que en cuestión de empleo, la industria alicantina aún cuenta con 27.038 parados -con datos de agosto- que representan 3.711 más que en el mismo mes de 2007, cuando la crisis ya mostraba sus fauces. Y aunque ahora los desempleados de la industria suponen el 17,49% del total del paro provincial, frente al 27,06% que acaparaban hace una década, «el aumento de la contratación no evita que siga habiendo temporalidad y precariedad», subraya Yaissel Sánchez, secretaria territorial de UGT en l’Alacantí-La Marina.

De hecho, el informe realizado por el sindicato revela que entre enero y agosto de este año, los empresarios alicantinos han realizado 54.572 contratos, 13.281 más que en el mismo periodo de 2007, y que se traducen en un crecimiento del 32%. Pero la versión negativa para los sindicatos es que los de carácter temporal han crecido un 38%. Y entre ellos, los eventuales por circunstancias de la producción, un 18%. Además, la dirigente de UGT alerta «de cómo ha aumentado la precariedad en la industria, ya que los contratos a tiempo parcial representaban hace una década el 10% del total de eventuales y ahora superan el 20%. Diez puntos porcentuales más», denuncia.

Infraestructuras y plan estratégico

Y para revertir esta tendencia «en un sector que tradicionalmente es el que presenta los niveles de empleo más estable en relación al resto», el sindicato considera urgente «que se invierta en infraestructuras para impulsar el dinamismo de la actividad e, igualmente, se realice un plan estratégico que englobe a todo el país y a todas las administraciones, desde la Central hasta los ayuntamientos y en el que participemos también las empresas y los sindicatos», añadía Sánchez. En el caso de la provincia, considera inversiones urgentes «la recuperación del tren de la costa» o el Corredor Mediterráneo y, en muchos municipios, «mejorar los accesos a los polígonos industriales para ganar competitividad».