La gira asiática del presidente de la Generalitat, Ximo Puig, tuvo ayer uno de sus momento cumbre con la reunión que mantuvo con el vicealcalde de la municipalidad de Tianjin, que posee el puerto más importante del norte del país y uno de los diez mayores de todo el mundo. El objetivo era doble. Por un lado, desarrollar el acuerdo de colaboración entre las autoridades portuarias de la ciudad china y de València y, por otro, fomentar también unas mayores relaciones entre la Comunidad y esta enorme ciudad china, de más de 15 millones de habitantes, una de las cuatro bajo la administración del Estado central chino.

Desde el punto de vista portuario, con este acuerdo València quiere consolidar aún más su liderazgo en el tráfico marítimo entre España y el gigante asiático. Actualmente, a través de las dársenas valencianas ya circula casi el 50% de todos los envíos entre ambos países. Prueba de ello es que València es el puerto de referencia para las industrias alicantinas del calzado y el juguete, que reciben a través de esta vía la mayor parte de la producción que subcontratan en el país asiático, y también para el mármol, que exporta en contenedores los miles de bloques que se envían desde las canteras de Pinoso o La Romana a este destino.

Sin embargo, la mayor parte de las líneas que salen de València conectan con los puertos del Sureste industrial de China, mientras que el tráfico con Tianjing, más al norte, apenas mueve unos 40.000 contenedores.

Ahora, tras esta visita, se abren nuevas posibilidades de colaboración entre la ciudad china y la Comunidad en ámbitos como la cultura o el deporte, según se encargó de destacar el propio Puig. Es decir, se abre una vía para intensificar las relaciones con China, que es lo que se busca.