El gigante español del sector del mármol, la empresa Levantina, con sede en Novelda, vuelve a estar inmersa en un proceso de cambio. El tercero en doce años. Según publicó ayer el diario económico Expansión, el banco francés BNP Paribas ha vendido la multinacional marmolera al fondo londinense Bybrook, citando a fuentes financieras, sin que haya trascendido el montante de la operación.

La compañía noveldense -que emplea, en conjunto, a más de 1.200 trabajadores- ha estado gestionada en los últimos ocho años por los bancos prestamistas, tras asumir el control de la empresa en 2010. Entonces, las entidades financieras acudieron a una ampliación de capital que les dio la mayoría de la propiedad, con lo que se conseguía evitar el concurso de acreedores. Este era el segundo proceso de cambio que vivió la multinacional, ya que anteriormente había estado controlada por los fondos de inversión Impala y Charterhouse, que en 2006 se hicieron con la compañía al comprarla a los antiguos dueños, las familias Esteve y Máñez.

Ni fuentes de BNP ni de Levantina quisieron ayer hacer declaraciones sobre la operación que publicaba el diario económico, si bien desde hace meses que en fuentes empresariales y entre los propios trabajadores se intuía un próximo proceso de cambio dentro de Levantina, multinacional de referencia en la comarca, tanto a nivel empresarial como de creación de empleo. No en vano, de los orígenes familiares de la empresa, fundada por Antonio Esteve a comienzos de los 60, Levantina de Mármoles fue consolidando su liderazgo durante más de 40 años, con las canteras y formando nuevas fábricas.

Ayer, fuentes de la representación sindical de CC OO se mostraban prudentes sobre la noticia, aunque admitían que no eran ajenas a las informaciones sobre posibles negociaciones para un cambio en la propiedad. Aunque las mismas fuentes sindicales sí manifestaron que esta situación «lo que genera es inquietud sobre los planes que pueda tener la nueva firma con respecto a la plantilla o sobre el modelo de negocio que quiera desarrollar», incidieron.

Siete fábricas y 20 almacenes

Y recuerdan cómo entre 2010, cuando asumieron la gestión los bancos, y 2016 se han aplicado dos Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) de extinción de contratos, y otros dos de suspensiones temporales de empleo.

En este momento, el gigante del mármol cuenta con siete fábricas de producción (cinco en Novelda), además de 20 almacenes propios de distribución; y una de sus principales bazas es su actividad en el exterior, con la internacionalización en más de un centenar de países. Junto al grueso de la producción de mármol y centros logísticos de Novelda, la multinacional tiene fábricas en Brasil y en Porriño (Galicia) dedicada al granito, al margen de las propias canteras.

Cuando en 2010, BNP y los bancos se hicieron con el control de la compañía -la principal y referente del sector en España- la crisis del ladrillo ya venía provocando un impacto en el sector de la piedra natural, en general, y la solución adoptada fue poner la firma en manos de las entidades acreedoras, lideradas por BNP. Desde entonces, el objetivo ha sido intentar rehabilitar las cuentas y reestructurar la firma, según informa el diario económico, que añade que las últimas cuentas disponibles en el Registro Mercantil reflejan que la facturación cayó un 10% en 2016 hasta los 196,7 millones y que las pérdidas se situaron en el entorno de los 75 millones.

Ahora, con la entrada del fondo de inversión londinense se pretende impulsar la actividad de la compañía, consolidar la recuperación y continuar con el plan de internacionalización, añade el diario.

Desde las fuentes sindicales se pide «transparencia e información sobre la formalización o no de la venta y conocer cuál es el proyecto de futuro para Levantina» por parte de la nueva propietaria para no volver a «generar inquietud en la plantilla», añaden.

Los representantes de los trabajadores subrayan que ya desde que empezó la crisis de la construcción, que afectó a la actividad de la piedra natural, Levantina «se ha ido constriñendo poco a poco» en centros y número de trabajadores (antes de la crisis, señalan, tenía más de 1.800 empleados). Pero subrayan que la compañía tiene margen para avanzar en el futuro y crecer.