La Dirección General de Comercio y Consumo de la Generalitat ha decidido aceptar las alegaciones del pequeño comercio y de la patronal de los supermercados Asucova al nuevo reglamento sobre horarios comerciales, y endurecerá los requisitos de los establecimientos que actualmente disfrutan de libertad horaria, entre ellas las denominadas tiendas de conveniencia. La decisión puede suponer todo un revés para algunas cadenas de hipermercados como Carrefour, que habían apostado por aumentar su presencia en los centros urbanos con tiendas de proximidad, que tienen en el horario extendido -suelen cerrar sobre las once de la noche- y en la apertura dominical uno de sus puntos fuertes.

En este sentido, no hay que olvidar que Asucova agrupa a cadenas como Mercadona, Consum o Masymas, que son los principales perjudicados por esta nueva competencia y que mantienen una buena sintonía con Covaco, la patronal del pequeño comercio que también reclamaba este endurecimiento de la normativa.

El director general de Comercio, Natxo Costa, justificó ayer la decisión en que la petición procedía de las asociaciones que «agrupan a la mayor parte de las empresas y los comercios de la Comunidad» y que los cambios solicitados «simplemente concretan lo que ya está establecido de forma genérica en la normativa estatal».

Así, además de los establecimientos de menos de 300 metros que no pertenezcan a ninguna cadena, la ley prevé que tendrán libertad horaria los comercios que se dediquen mayoritariamente a la venta de productos de pastelería y repostería, pan, platos preparados, prensa, combustibles y floristerías. Para evitar que algunas empresas aprovecharan esta facilidad para vender otros productos adicionales, el Consell ya había incluido en su borrador de reglamento la obligación de que al menos dos tercios de las referencias que venden estos locales y el 80% de su superficie estuviera dedicada obligatoriamente a su actividad principal. Sin embargo, Covaco y Asucova alegaron exigiendo que fueran también el 80% por ciento de las referencias, algo que el Consell ha aceptado.

En cuanto a las tiendas de conveniencia, la ley dice que deben vender en una proporción similar libros, periódicos y revistas; artículos de alimentación; discos, vídeos, juguetes y regalos; y artículos diversos. En la práctica la mayoría potencian la alimentación y los artículos de droguería y minimizan el resto, con un surtido realmente más parecido a un supermercado que a este formato.

Para evitar la trampa, el Consell ya había fijado unos porcentajes máximos y mínimos de cada gama de productos que, tras las alegaciones, serán aún más acotados. Así, ninguna de las gamas podrá ocupar más de un tercio de la superficie de la tienda y cada una de ellas deberá tener un mínimo del 20% de las referencias. Las grandes superficies querían que se permitiera hasta el 50% de un sólo tipo de productos.