Los resultados de Banco Sabadell del tercer trimestre vuelven a reflejar la decisión de la entidad de sacrificar sus beneficios para sanear definitivamente su balance y olvidar de una vez por todas los problemas que se produjeron durante la migración informática de su filial británica TSB. Una renuncia con la que el banco confía en disparar su rentabilidad a partir del próximo ejercicio.

De momento, el banco presidido por Josep Oliu cerró septiembre con un beneficio atribuido al grupo de 247,8 millones, un 62,1% menos que en el mismo periodo del año pasado, cifra que se reduce al 56,5% si se tiene en cuenta el tipo de cambio, según la información remitida por la propia entidad a la CNMV. Una caída en la que tienen mucho que ver los costes que ha tenido que asumir por la crisis informática de su filial británica y las dotaciones extraordinarias que ha contabilizado por la venta de las cuatro carteras de activos problemáticos que realizó en julio, que suman en total un impacto de 559,6 millones de euros.

Sin estos, extraordinarios, el banco señala que su beneficio se habría incrementado un 14,7%, hasta los 647,2 millones de euros. Además, también recalca que la limpieza de balance que ha realizado le permitirá ahorrar unos 153 millones de euros anuales en los próximos años, cantidad que eleva por encima de los 200 millones de euros, en el caso de que finalmente no vendiera Solvia, algo improbable ya que la entidad ya ha encargado al banco de inversión Alantra que busque comprador para su filial inmobiliaria, con el objetivo de aprovechar el apetito que en estos momentos existe en el mercado.

En cualquier caso, desde el Sabadell restan importancia a la caída de resultados y destacan que el negocio puramente bancario mantiene una evolución más que positiva. Así, el saldo vivo de créditos crece un 5,4%, los recursos de clientes en balance aumentan un 5,3% y los recursos fuera de balance otro 4,5%, un apartado en el que destaca especialmente el apartado de fondos de inversión.

Igualmente, el banco ha logrado captar en lo que va de año más de 342.000 nuevos clientes, de los que 268.000 son particulares y el resto empresas.

El Sabadell también ha logrado seguir reduciendo su tasa de morosidad, que se sitúa ya en el 4,5%, mientras que su ratio de capital se sitúa en el 11%.

De cara a final de año está por ver el posible efecto de la decisión del Supremo de cargar a la banca el Impuesto de Actos Jurídicos Documentados que se abona al constituir las hipotecas, si finalmente el pleno del Tribunal ratifica este cambio de criterio. De momento, la información remitida por el banco no hace referencia a este asunto.