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El lío de Fundesem llega a IFA y el tesorero pone su cargo a disposición del presidente

Carlos Baño y Jesús Vicente protagonizan un rifirrafe, y José Luis Gisbert le afea al ilicitano que actúe por su cuenta

El lío de Fundesem llega a IFA y el tesorero pone su cargo a disposición del presidente

La complicada situación que ha vivido la escuela de negocios Fundesem en los últimos tiempos ha provocado que se creen dos bandos muy polarizados entre el empresariado que ha cerrado filas con los actuales gestores y entre los que los desaprueban y, además, concentran sus críticas de forma especial en el vicepresidente ejecutivo, Miguel Rosique. De hecho, el cambio en el patronato de la fundación y en el consejo rector, y la designación del abogado Cayetano Sánchez Butrón como nuevo presidente, lejos de calmar los ánimos, los ha encendido más. Tanto es así que el lío de Fundesem no solo se trasladó ayer al comité de dirección de IFA, sino que fue el origen de uno de los momentos más tensos que se han vivido en un cónclave de este tipo desde que comenzó esta nueva etapa. Todo comenzó cuando llegó el momento de designar al representante de IFA en el patronato y en el consejo rector de Fundesem. El acuerdo alcanzado entre el Ivace y la escuela de negocios para refinanciar la deuda de 1,2 millones incluía el ofrecimiento de un puesto para la Conselleria de Economía en la cúpula de Fundesem, y desde el departamento de Climent se decidió que esa plaza la ocupara un representante de la institución ferial, que es lo que ayer se decidía. Por unanimidad, el comité sacó adelante la propuesta de que fuera Francisco Candela.

Sin embargo, Carlos Baño aprovechó para acusar a Jesús Vicente, tesorero del patronato de IFA y vocal del comité, que hubiera tratado de forzar que la plaza en la cúpula de Fundesem fuera para la directora general, Esther Guilabert, sin haber consultado previamente ni con el comité ni con el presidente, José Luis Gisbert. El argumento que dio el empresario ilicitano es que la reunión se había convocado casi sin tiempo para nada, que se había llamado a Guilabert por ser la directora general, y que, sea como sea, el comité luego decidiría quién sería el representante. No fue suficiente. El presidente de IFA, José Luis Gisbert, acabó saltando. Le reprendió que ésta no fuera la primera vez que Jesús Vicente actuaba por su cuenta y riesgo, en alusión a un acto que celebró hace un tiempo la patronal de Elche Cedelco en IFA. Jesús Vicente le pidió disculpas a Gisbert por si se había interpretado que había actuado de espaldas a IFA, y puso su cargo a disposición del presidente. Ante ello, fue Carlos Baño a la hora de pedirle que, si iba dimitir, lo hiciera a través de un escrito. No hubo documento alguno de por medio en la sesión. En cualquier caso, las elecciones se celebran mañana, lo que implica que, pase lo que pase, la Conselleria de Economía entrante tendrá que ratificar al comité o hacer los cambios que estime oportuno.

Mientras tanto, lo cierto es que lo que ha ocurrido en este tema no ha caído especialmente bien en el comité, donde aún hay vocales de la anterior etapa que tuvieron que aguantar el chaparrón por actuaciones que aseguran que no pasaron por el comité y que acabaron como acabaron. «El comité sirve para algo, no lo puede hacer todo el presidente o la directora general sin contar con nadie», señalaba alguien.

Sin embargo, y más allá de la polémica por la representación de IFA en la escuela de negocios, no menos duro fue Carlos Baño con sus acusaciones hacia Miguel Rosique y con la deuda que mantiene Fundesem con la Cámara, que, por cierto, según se desveló allí, ha enviado un burofax reclamando unos 87.000 euros por convenios de formación.

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