Extrabajadores de la extinta Cierval no dan por perdida la batalla contra la sucesora de esta como patronal autonómica, la CEV, y han decidido agotar las últimas instancias para que se declare en los tribunales que sus despidos fueron improcedentes y que la organización presidida por Salvador Navarro tiene que hacerse cargo de su reincorporación o de sus indemnizaciones. Así, se han sumado al recurso de oficio que presentó el Fondo de Garantía Salarial (Fogasa) tras la sentencia del pasado abril en la que la sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de la Comunidad Valenciana dio la razón a la CEV al dictaminar que no conformó un grupo empresarial con la extinta Cierval y que tampoco fue su sucesora en el sentido estricto de la palabra.

Estos habían sido los argumentos expuestos por los cuatro extrabajadores que habían recibido un primer espaldarazo cuando el Juzgado de lo Social número 2 de València se puso de su parte en julio de 2018 y ordenó la readmisión de los exempleados o una indemnización solidaria a los mismos más los salarios que no hubiesen percibido hasta esa fecha. En total, más de 250.000 euros. La CEV recurrió al TSJ y ahora el Fogasa y los exempleados han hecho lo propio ante el Tribunal Supremo. Será esta última instancia la que diga la palabra definitiva al respecto. La patronal tiene provisionadas las indemnizaciones, pero lo que está en juego, además del dinero, es que los tribunales consagren la sucesión de empresas con la extinta Cierval, por si luego se pudieran derivar exigencias de otros terceros.