En el mismo momento en el que salió el primer dato de las elecciones primarias argentinas del domingo, el panorama cambió por completo: se esperaba una leve ventaja del candidato presidencial peronista, Alberto Fernández, que al final arrasó, y el lunes fue un día negro para la economía argentina.

El peso se desmoronó frente al dólar, la bolsa argentina reaccionó con una de sus peores jornadas históricas y la prima de riesgo se disparó a su máximo de la era Macri, mientras éste y el vencedor de las elecciones, Alberto Fernández, se intercambian las culpas por las turbulencias económicas que aún siguen este martes.

Un escenario de incertidumbre que presenta estas claves:

1. Intranquuilidad de los mercados

La mañana siguiente a las elecciones, Argentina se despertó con un fuerte revés de parte de los inversores locales y extranjeros, con un desplome histórico de la bolsa, que perdió un 37,93% al final de la jornada -varios títulos cayeron más de la mitad de su valor-, mientras el dólar pasaba de cotizar de 45 a 60 pesos, para estabilizarse en 55 al final del día.

Este martes, la tormenta disminuyó en la bolsa, que antes del cierre repunta en cifras cercanas a un 6%, pero el peso siguió con su caída -el dólar cerró a 58 pesos, 3 más que ayer-, a pesar de que el lunes el Banco Central elevó fuertemente la tasa de referencia hasta el 74% y vendió dólares de sus reservas.

2. La crisis puede recrudecerse

La actual crisis económica argentina, que comenzó en abril de 2018, tuvo ya en junio y agosto de ese año dos saacudidas cambiarias similares a las de estos días que se tradujeron a los precios en todos los sectores, por lo que puede esperarse que suceda algo similar después de esta semana.

La inflación creció un 2,7% en junio, una cifra baja comparada con la de otros meses de la crisis, y se espera que el dato de julio siga esa tendencia, pero el problema es que esos datos positivos quedan desactualizados por el escenario post-electoral, que anticipa un nuevo golpe al poder adquisitivo de los ciudadanos.

En el país austral, un 32% de la población vive en la pobreza según datos oficiales, y parte de los que se encuentran al límite de la pobreza son susceptibles de sumarse a esa cifra si la crisis se recrudece.

3. Unas elecciones primarias que no servirán para nada peroque sirvieron para todo

Las primarias argentinas, en las que todo el mundo puede votar aun sin estar afiliado a un partido, no definían ningún cargo y cada coalición presentaba un solo candidato a presidente. Las encuestas vaticinaron un resultado casi parejo e incluso los mercados respondieron antes de tiempo con una muy buena jornada bursátil el viernes previo a los comicios.

Las encuestas y los mercados se equivocaron y Alberto Fernández, que lleva a la exmandataria Cristina Fernández (2007-2015) como candidata a vicepresidenta por el Frente de Todos, sacó el 47,65 % de los votos frente al 32,08% que obtuvo el actual presidente, Mauricio Macri, una ventaja de 15 puntos que sorprendió a los dos bandos.

Esta gran macroencuesta de facto tuvo un efecto tan palpable el día siguiente porque, al ser la diferencia tan amplia, dejó la partida definida para las elecciones que valdrán, las presidenciales del 27 de octubre: si Alberto Fernández saca los mismos resultados, será presidente sin segunda vuelta -necesita el 45% o más del 4% y diez puntos de ventaja sobre el segundo-.

4. Alberto Fernandez, en una posición cómoda

El resultado electoral deja a Alberto Fernández en la mejor posición posible y en una de sus primeras declaraciones tras el mal comportamiento de la economía el lunes, se refirió a que es Macri quien debe ocuparse de ello.

"Estamos empezando una campaña nuevamente, el Gobierno tiene que Gobernar, nosotros somos oposición", dijo a su salida de una reunión con Cristina Fernández.

5. Macri promete medidas económicas

En una rueda de prensa el lunes por la tarde, el presidente prometió tomar medidas ante la fuerte depreciación del peso, descartó cambios en su Gabinete y culpó al kirchnerismo de la jornada fatal en los mercados, minutos después de que su rival en las elecciones le pidiera a él que se hiciese cargo.

"No tienen credibilidad en el mundo" y "tienen que demostrar que van a hacer algo distinto que lo que hicieron antes" fueron dos de las frases con las que analizó el panorama, mientras mandaba el aviso a los ciudadanos de que lo que sucedió el lunes es una muestra de lo que puede pasar en octubre si el Frente de Todos llega al poder, y él insiste en que el único camino posible para que Argentina mejore es el que propone su Ejecutivo.

6. Incertidumbre hasta diciembre

Así como nadie vio llegar la sorpresa política del domingo que fue un vendaval económico el lunes, es difícil predecir qué sucederá hasta octubre, fecha de las presidenciales, y menos hasta diciembre, cuando asumirá el nuevo Gobierno.

Hasta entonces, el presidente es Mauricio Macri, aunque también sea el candidato que lleva las de perder en la campaña que recién empieza otra vez.