El consejero delegado de BBVA, Onur Genç, aseguró ayer que, por ahora, la entidad no tiene sobre la mesa la posibilidad de cobrar a los minoristas por los depósitos, aunque sí que señaló que ya lo hace a las grandes empresas, debido a que el Banco Central Europeo (BCE) penaliza el exceso de liquidez al -0,5%. No obstante, también reconoció que el banco tiene en cuenta los pasos que están dando otros bancos de la eurozona, que ya cobran a particulares por determinados importes en depósitos, y que actuarán en función de cómo vaya el mercado.

Así lo aseguró el ejecutivo en la presentación de los resultados de la entidad, que ganó 3.667 millones hasta septiembre, el 15,2 % menos, debido, en parte, a un mayor deterioro de los activos financieros por mayores necesidades de provisiones en Estados Unidos y Turquía, y por la falta de ingresos extraordinarios anotados en 2018 por la venta de BBVA Chile.

Ante los problemas que ocasiona el actual momento de tipos bajos y el traslado de los clientes al canal digital, el consejero del BBVA también reconoció que el banco continuará con los ajustes de su red y que lo hará en una proporción similar a la de los últimos años, lo que significa que cerrará alrededor de 200 oficinas. El grupo bajó la persiana a 179 sucursales en España en 2018 y tiene previsto hacer lo mismo con otras 195 delegaciones a lo largo del presente ejercicio, lo que reducirá su red hasta las 2.645. En la misma línea, Genç señaló que también seguirán los ajustes de personal aunque descartó que en sus planes esté la puesta en marcha de un nuevo Expediente de Regulación de Empleo (ERE).

Por otro lado, Onur Genç aseguró que la reputación de BBVA se mantenido estable a pesar del «lío judicial» que relaciona a la entidad con el excomisario encarcelado José Manuel Villarejo, un caso por el que el banco ha sido llamado a declarar como persona jurídica. En este sentido, el consejero delegado del banco se negó a aclarar si ya tiene fecha para declarar, ya que su señalamiento se ha retrasado hasta en dos ocasiones. Aunque Genç subrayó las dificultades que existen para medir la reputación por ser un asunto intangible, afirmó que no se ha observado ningún impacto ni en el negocio ni en la cotización de la acción.

También hizo referencia a la metodología 'RepTrak', utilizada por prácticamente todo el sector bancario en España para la medición de su reputación, que concluye que se ha mantenido estable. El consejero reiteró que el banco está comprometido con el esclarecimiento de los hechos y que continuarán colaborando con la Justicia. «Vamos a seguir en esa línea», apostilló.