El Instituto de Estudios Económicos de Alicante (Ineca) advirtió ayer, durante la presentación del Informe de Coyuntura del segundo trimestre del año, que la retención y captación de talento «se ha convertido en un problema singular para la provincia», según señaló su presidente, Rafael Ballester. El responsable del «lobby» alicantino subrayó que a pesar de que en los últimos años empresas e instituciones han hecho esfuerzos por reforzar el heterogéneo entorno económico, consolidando sectores tradicionales y «generando un ecosistema digital que puede ser único a nivel nacional», la fuga de talento es una realidad en Alicante.
Con datos, el director de estudios de Ineca, Francisco Llopis, incidió en que en los últimos cuatro años, 12.072 alicantinos, encuadrados en las categorías de directores de compañías, gerentes, técnicos o científicos, han salido de la provincia en busca de un empleo o para mejorar en su desarrollo profesional, mientras que sólo han entrado 7.331, lo que ha supuesto un saldo negativo de 4.741 trabajadores muy cualificados. Además, se comprueba que su tasa de movilidad es superior a la media nacional. Las principales provincias receptoras para estas ocupaciones son Madrid, Barcelona, Valencia, Islas Baleares y Sevilla.
Sin descartar otras variables que puedan incidir en la mejor retención de talento, «los sueldos abonados tienen un peso específico», advirtió Llopis. Según los datos hasta julio, el incremento salarial pactado en convenio en la provincia es del 1,67%, frente al 2,29% a nivel estatal. Por eso, Ballester consideró necesario mejorar los salarios en la provincia, «además de ofrecer otros atractivos, ya sean profesionales, culturales o de alojamiento, de movilidad, o facilidades para encontrar colegios para los hijos, no solo para retener el talento, sino también para atraer el nuevo, lo que, sin duda, repercutirá mejorando los procesos productivos y la oferta comercial».
Creación de empleo
Por otra parte, en el Informe de Coyuntura, también se destaca que de los datos del segundo trimestre del año «se desprende una desaceleración de la economía en la provincia, empujada por la compleja situación nacional e internacional», añadió Ballester, quien exigió el compromiso y la colaboración de las administraciones públicas y de las empresas para programar y ejecutar proyectos que posicionen a Alicante la vanguardia tecnológica para evitar la desaceleración y poder retener el talento. Porque, además, uno de los primeros efectos del enfriamiento de la economía y de la inestabilidad política en España se aprecia en el empleo. Según el director de Estudios de Ineca, «en un año no habrá casi margen para reducir más las cifras de paro o para crear más puestos de trabajo», especialmente, en comarcas como El Comtat y el Alto y Medio Vinalopó, que ya registran tasas cero o cercanas a ese nivel en la creación de puestos de trabajo.
Para Ballester, «aprovechando que aún estamos en fase de crecimiento, aunque lento, es necesario tomar decisiones estratégicas para mejorar el empleo y la competitividad de nuestras empresas».
