La crisis del calzado no da tregua en Elda y ayer salía a la luz que una nueva fábrica del sector entraba en concurso voluntario de carácter ordinario. Se trata de Idella Moda Zapatos, y la medida decretada por el Juzgado de lo Mercantil número 1 de Alicante responde a las dificultades económicas y financieras por las que atraviesa la firma. No obstante, la empresa no ha cerrado. De hecho, ayer seguía con su actividad sin que la treintena de trabajadores que componen la plantilla haya sido objeto de despidos ni regulaciones de empleo. De momento, el gerente conserva sus facultades de administración y disposición, pero, eso sí, sometidas a la intervención del administrador concursal que ha nombrado el juzgado. A partir de ahora, los acreedores de la empresa deberán poner en conocimiento sus créditos, en el plazo máximo de un mes, para optar al cobro.

Idella Moda Zapatos se encuentra ubicada en el polígono industrial Campo Alto de Elda y desde hace más de cinco años elabora botier de alta calidad para señora. Aunque trabaja para compañías, su producción no depende de las multinacionales y sus zapatos se comercializan tanto en el mercado nacional como en el extranjero.

Entrando en concurso voluntario de acreedores, la dirección de la empresa trata de evitar el cierre. De momento, le falta liquidez económica para afrontar las deudas con los proveedores, pero no trabajo porque, según fuentes cercanas a la firma, hay un volumen aceptable de pedidos en cartera.

Es un ejemplo más de la delicada situación por la que atraviesa el sector del calzado en Elda y comarca. El mes pasado ya dejaba un preocupante balance, con diez fábricas cerradas desde el verano. Todas ellas pymes zapateras o auxiliares con plantillas de entre 30 y 45 trabajadores. La liquidación de la prestigiosa firma Paco Herrero, con tres generaciones al frente, fue la antesala de una ola de cierres que arrastró a Calzados Erika, con 60 trabajadores en plantilla; la histórica Hormas Aguado, la empresa auxiliar más antigua del sector en la provincia con siglo y medio de existencia; y Nice Shoes, que fue la última en incorporarse a la lista. Fabricaba para Stuart Weitzman Group y sus 40 operarios iniciaron las vacaciones estivales sabiendo que ya no volverían a sus puestos.

En Elda y Petrer se han cerrado diez fábricas de calzado en cuatro meses y otras diez podrían seguir el mismo camino antes de que acabe 2019. Los expertos fijan la cifra de despedidos en torno a las 400 personas y la pérdida de un tercio del trabajo inducido solo por la marca Stuart Weiztman, que fue adquirida por Coach, multinacional norteamericana que factura cerca de 500 millones de euros anuales.

Todos los indicadores apuntan, por tanto, a que el último trimestre de 2019 se presenta muy complicado para el calzado y, por ende, para su industria auxiliar. Sin embargo, desde la patronal y el Ayuntamiento de Elda se ha lanzado un mensaje de tranquilidad que, sin embargo, no está calando entre los trabajadores.