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Los sectores alicantinos ante el Brexit, a expensas de los pactos comerciales

La decisión de Johnson de negociar con la UE una retirada ordenada para el 31 de enero rebaja la inquietud que ha rodeado el proceso

Los sectores alicantinos ante el Brexit, a expensas de los pactos comerciales

La determinación de Boris Johnson, flamante ganador de las elecciones en el Reino Unido, de negociar un acuerdo de salida con la UE y de que la retirada se produzca el próximo 31 de enero ha rebajado el grado de incertidumbre sobre el impacto que esta salida provocaría en sectores estratégicos de la provincia como el exportador, el turismo o la actividad inmobiliaria, para los que el británico es un mercado prioritario. Es el primer cliente de los hoteleros de la Costa Blanca y de los promotores de viviendas y el sexto del sector exportador de la provincia. Este nuevo escenario, con la intención de una retirada ordenada y plazos concretos de la salida, «otorga grados de certidumbre a los mercados y a los agentes económicos», aseguraba Perfecto Palacio, presidente de CEV Alicante.

No obstante, despejada esta incógnita, la inquietud, la preocupación y la vigilancia de los sectores provinciales continúa y proviene ahora de cuáles serán las medidas y los plazos que se establecerán en los acuerdos comerciales que deberán alcanzarse durante el periodo de transición y su entrada en vigor. «Estos factores van a ser determinantes de cara al futuro», según apuntaba Marián Cano, presidenta de la Asociación Valenciana de Empresarios del Calzado (Avecal). En cualquier caso, el alcance de esta nueva situación de incertidumbre sobre lo que depararán los tratados comerciales se entiende que sería menor que el contexto, «ya descartado, de una salida sin acuerdo», reconocía Perfecto Palacio.

Entre otras cosas, porque las consecuencias de tres años de vaivenes en el proceso del Brexit, desde que los resultados del referéndum salieran favorables a un divorcio de Reino Unido de la Unión Europea, ya se han hecho evidentes, sobre todo en las exportaciones entre Alicante y el mercado británico. Si ahora este destino es el sexto del comercio exterior provincial, hace tres años ocupaba el cuarto lugar. Y las ventas han ido cayendo progresivamente desde entonces. Los últimos datos relativos al acumulado de enero a septiembre indican un descenso de los envíos a Reino Unido del 7,3%, según las estadísticas del ICEX en Alicante.

«Toca adaptarse»

Y, además del calzado, el agroalimentario es otro importante sector exportador a aquel país, «donde nuestras frutas y hortalizas son muy apreciadas y tenemos grandes clientes», apuntaba Eladio Aniorte, presidente de la organización agraria Asaja-Alicante, quien añadía que, «ahora, toca adaptarse. Y esperamos que los acuerdos no supongan grandes trabas arancelarias». Igualmente, los agricultores temen que el efecto inmediato de la desconexión sea una depreciación de la libra esterlina, «lo que encarecerá nuestros productos. Y, a largo plazo, se prevé que la economía británica se deteriore durante unos años, derivando en un menor consumo debido a la reducción del poder adquisitivo», advertía Carles Peris, secretario general de la Unió de Llauradors en la Comunidad.

Pero si entre los sectores estratégicos de Alicante hay uno que asegura que la «incertidumbre no se ha reducido, aunque se haya despejado una incógnita tras las elecciones», ese es el de los promotores de viviendas alicantinos, según el presidente de Provia, Antonio Fernández. Porque los británicos han sido tradicionalmente los primeros clientes extranjeros de las viviendas que construían y en los últimos años han visto cómo bajaban las transacciones. De hecho, los datos del segundo semestre reflejaban que, aunque siguen siendo el primer comprador de residencias entre los foráneos, las ventas de casas a británicos en la provincia cayeron un 20% con relación al mismo periodo del año anterior. Así, ahora, la preocupación está en los términos del acuerdo de salida, «Si se siguen respetando los derechos de los británicos fuera de la UE y viceversa. Si se mantuvieran, la afectación no tendría que ser muy importante», comentaba Antonio Fernández.

Algo más optimistas se muestran desde el sector hotelero de la Costa Blanca. «No hay una especial preocupación, aunque sí estamos ocupados y vigilantes por lo que pase a partir de ahora», aseguraba Nuria Montes, secretaria general de la patronal hotelera Hosbec. «Han sido tres años de proceso y el efecto más perjudicial puede que ya haya pasado», añadía. Los hoteleros creen que, cuando se produzca la desconexión, «los días anteriores y posteriores puede haber una contracción del consumo y afectará a las reservas, pero luego se recuperará». Además, Benidorm, primer destino vacacional de los británicos en la provincia, es un cliente fiel. «Aunque han caído las pernoctaciones hoteleras, han sido cifras similares a las del año anterior, superiores a los 4,5 millones», informaba Montes.

Por su parte, el presidente de la Cámara de Comercio de Alicante, Juan Riera, cree que «las relaciones entre el Reino Unido y la UE van a cambiar, pero no de la noche a la mañana. Lo importante será lo que se negocie en los acuerdos».

Riera entiende que el sector turístico alicantino estará pendiente de cómo evolucione la libra, y los constructores de vivienda del tema de los visados, «aunque no creo que vaya a tener mucha incidencia, tras las negociaciones». También considera que los británicos seguirán comprando productos hortofrutícolas alicantinos, «porque tienen que atender a la demanda».

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