La Cátedra del Calzado San Crispín de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche ha elaborado el informe "Innovación social y responsabilidad social corporativa en el sector español de calzado y componentes", financiado por la Generalitat Valenciana. El rector de la UMH, Juan José Ruiz, el conseller de Economía Sostenible, Sectores Productivos, Comercio y Trabajo de la Generalitat, Rafael Climent, y el director de la Cátedra, José Antonio Belso, han presentado esta mañana los resultados de este estudio, en el que se destaca que las empresas del sector realizan una gran cantidad de actividades de Responsabilidad Social Corporativa, pero que, sin embargo, se realizan de forma informal, ya que no cuentan con estrategias definidas.

En concreto, el informe de Innovación Social y Responsabilidad Social Corporativa (RSC) recoge y analiza los datos extraídos de la encuesta sobre los diferentes aspectos de la Responsabilidad Social, en la que han participado cerca de 200 empresas del sector del calzado, en su mayoría implantadas en la Comunitat Valenciana. El estudio consta de diferentes preguntas sobre seis apartados relacionados con la RSC: medio ambiente, grupos de interés (proveedores, inversores, recursos humanos y clientes) y el marco social. Las respuestas tienen en cuenta los datos de los tres últimos años.

De la encuesta se desprende que hay un alto conocimiento en el sector calzado sobre las cuestiones que tienen que ver con la RSC y la sostenibilidad, fundamentalmente en el área vinculada al medio ambiente. Los resultados confirman que las compañías incorporan estas políticas de forma paulatina, pero con intensidad diferente en función de las exigencias del marco legal; de las campañas de información y de formación; de los requerimientos y presión de los grupos de interés, sobre todo de los clientes; de su aportación a la imagen interna y externa de la empresa; del tamaño de las compañías; así como de las posibilidades de conseguir financiación o inversión y del impacto en la cuenta de resultados.

Estos condicionantes se traducen en un mayor interés empresarial en la reducción del impacto medioambiental en todos los eslabones del proceso de producción y comercialización, con especial cuidado en el reciclado y la reducción de consumos de energía y agua. Por otro lado, en el apartado de RSC destacan aquellos aspectos que tienen que ver con la calidad, la atención al cliente y la difusión de las medidas adoptadas para contribuir a la mejora social del entorno local (principalmente mediante donaciones y/o patrocinios y la integración en movimientos cívicos de carácter asociativo) o los planes de igualdad para que se conviertan en elementos diferenciadores de la competencia y de fidelización de clientes.

En cambio, todas aquellas cuestiones que tienen que ver con la cooperación, la coordinación, los cambios organizativos o la cualificación tienen menor incidencia como ocurre en el fomento del uso del transporte y la movilidad sostenible, la implantación de un sistema formal de gestión medioambiental, el control de estas normas en los proveedores, la participación en acciones formativas o la incorporación de los recursos humanos a la toma de decisiones. En muchas de estas cuestiones, se recalca la necesidad de una mayor sensibilidad por parte de la Administración hacia el fomento de la implantación de planes de responsabilidad social y ambiental.

Sobre este último aspecto, el conseller Rafa Climent, ha informado que en la actualidad se está trabajando en la reglamentació de la nueva Ley de Responsabilidad Social, que se aprobó el pasado mes de julio. El conseller ha asegurado esta mañana en el campus de Elche que "nuestra intención es finalizar este trabajo en los próximos meses".