El Grupo Cajamar cerró el pasado ejercicio con un beneficio neto de 92,5 millones de euros, un 12,5% más que el año anterior, tras mejorar tanto la captación de recursos de clientes, como la concesión de créditos, según la información remitida este jueves por la propia entidad.

En concreto, el grupo cooperativo incrementó un 8% los recursos minoristas gestionados, hasta los 35.412 millones de euros, gracias al avance del dinero depositado en cuentas a la vista, que aumentó un 10,7%, pero también a la mayor comercialización de fondos de inversión, planes de pensiones y seguros de ahorro, cuyo patrimonio se incrementó un 13%.

Por su parte, la inversión creditica creció un 1,5%, hasta los los 29.575 millones de euros, destinando a las empresas y al sector agroalimentario el 45,2% del crédito sano minorista. En este sentido, cabe destacar que, frente a la cuota de mercado del 2,89% que el grupo tiene en el mercado crediticio total a nivel nacional, en el caso del sector agrario su participación se dispara hasta el 14,54%.

Más clientes digitales

Por otro lado, la entidad , siguió avanzando en su estrategia de digitalización con 819.000 clientes digitales -un 12,1% más que el año anterior-, 541.000 usuarios de banca móvil -un 34,2 % más- y 288.000 clientes de la Wefferent -para los clientes que prefieren realizar sus operaciones directamente en canales digitales-, con un crecimiento del 41% respecto a 2018.

En cuanto a su infraestructura, la grupo cuenta con 5.483 profesionales, 956 oficinas, 121 agencias y 1.562 cajeros, además de sus canales de banca digital, app y banca móvil.

El grupo también continúa saneando su balance, utilizando las plusvalías generadas para el saneamiento de pérdidas por deterioro de activos, fortaleciendo la tasa de cobertura de la morosidad hasta el 49,10 % y la tasa de cobertura del activo irregular hasta el 51, 52%, incluidas las quitas producidas en el proceso de adjudicación.

A su vez prosigue con la mejora de la gestión de los riesgos dudosos totales, con una reducción del 20,7% respecto a 2018 -509 millones de euros menos-, y reduce en 1,56 puntos porcentuales la tasa de morosidad, hasta el 6,07%. De otra parte, el volumen de los activos adjudicados brutos desciende un año más, anotando una disminución interanual del 6,9%, y la tasa de cobertura de los activos adjudicados se sitúa en el 53,08%, incluyendo las quitas producidas en el proceso de adjudicación.