El del castigo ejemplar. Ése es el camino que han tomado en la Confederación Empresarial de la Comunitat Valenciana (CEV), después de que la Unión Empresarial de la Provincia de Alicante (Uepal) hiciera público el pasado 23 de enero un comunicado en el que, literalmente, se decía que «la intención manifestada por el comité ejecutivo de Uepal es intensificar nuestra labor de patronal en el conjunto de sus funciones, en cuestiones básicas como la de representación, la de reivindicación u otras, tan concretas, como la de negociación de los convenios colectivos que nos afecten directamente, por su territorialidad como por su sector». Una nota que se tomó como una provocación en el seno de la CEV, ya no sólo por lo que se decía en ese párrafo, y que se consideraba que iba contra la piedra angular de lo que había sido el acuerdo de integración.

También porque en aquella sesión se había invitado a Enrique Martín, presidente interino de Coepa durante sólo tres meses y enemigo declarado de los presidentes de CEV Comunidad Valenciana y CEV Alicante, Salvador Navarro y Perfecto Palacio, respectivamente. Pues bien, casi tres semanas después, la Comisión de Buen Gobierno de la confederación empresarial se ha pronunciado: se exige a la directiva de Uepal que reconozca expresamente que la representatividad es de la CEV y, además, se expulsa al dirigente de la organización alicantina, Juan José Sellés, de la junta directiva y del comité ejecutivo de la confederación. Consideran que las manifestaciones que se vertieron en ese comunicado a finales de enero van en contra de lo que se acordó en su día y expresamente y, sobre todo, contra los estatutos y el Código del Buen Gobierno de la CEV, y sostienen que lo que han hecho es aplicar su reglamentación, respetando en todo momento el calendario. Sellés, no obstante, sí podrá seguir conservando, al menos a priori, su plaza en la asamblea.

El malestar por algunas de las declaraciones que venían haciendo desde Uepal a través de sus comunicados no es nuevo. De hecho, ya había habido algún pequeño roce a cuenta de alguna que otra declaración. Sin embargo, todo se precipitó el pasado 23 de enero, con unas afirmaciones que en el seno de la CEV atribuyen directamente a Sellés. Fue en este contexto en el que sólo un día después de esas palabras Perfecto Palacio solicitó a Salvador Navarro que diera cuenta de lo sucedido ante la Comisión de Buen Gobierno de la CEV. Finalmente, el órgano en cuestión ha adoptado dos decisiones. De una parte, se le ha enviado a Uepal un escrito con acuse de recibo en el que se exige un acuerdo de la junta directiva en el que se reconozca que la representatividad es de CEV Comunidad Valenciana y, en la provincia, de CEV Alicante y de su presidente, Perfecto Palacio.

Por otro lado, y por lo que respecta a Sellés, la Comisión de Buen Gobierno incide en que él no fue elegido vocal de la junta directiva por el procedimiento que marcan los estatutos, sino que entró por la cuota de las 20 plazas que libremente puede designar y cesar el presidente a propuesta de los vicepresidentes. Y recuerda que la expulsión de la junta también supone la salida automática del comité. Así las cosas, los vicepresidentes, por unanimidad, votaban este lunes la expulsión de Sellés de los dos órganos directivos, al considerar que había una pérdida de confianza. Otra cosa es la plaza en la asamblea, que sí la conserva Sellés, junto a los otros cinco vocales de su organización que tenían un puesto en el órgano soberano de la confederación. La decisión, además, no afecta de momento al resto de representantes de Uepal en el núcleo directivo, aunque se pasa de seis a cinco personas en la junta y de cuatro a tres en el comité.