Las principales organizaciones agrarias de la Comunidad Valenciana recuperan la unidad de acción ante la grave crisis que azota al sector por el hundimiento de los precios en origen y la continua pérdida de rentabilidad de sus explotaciones. AVA-Asaja, Asaja-Alicante y la Unió de Llauradors, con la excepción de la manifestación en defensa del mundo rural y la caza del pasado mes de mayo de 2018, no acudían unitariamente a una multitudinaria manifestación de ámbito autonómico desde hace más de una década. Superadas esas rencillas entre los dirigentes de las organizaciones, sus máximos dirigentes, Cristóbal Aguado (AVA-Asaja) y Carles Peris (Unió), coincidieron en la presentación de una manifestación -a la que también se sumarán UPA PV, Asaja-Alicante y Fepac-Asaja (Castellón)- que tendrá lugar el próximo viernes (partirá a las 11 horas desde la plaza de San Agustín) por las céntricas calles de la capital del Túria y concluirá en la sede de la Delegación del Gobierno.

Tras dos campañas citrícolas auténticamente desastrosas; también las del caqui, olivar, uva y frutos de hueso -entre otros cultivos-, los mandatarios del campo sostienen que la situación es «límite» para multitud de agricultores autonómicos. Aguado y Peris cargaron las tintas contra «todas» las administraciones públicas, especialmente conta la política de la Unión Europea (UE) por perjudicar los intereses de la agricultura mediterránea y beneficiar a otros países. «Nos jugamos mucho. Estamos cansados de palabras y queremos compromisos ya», agregó Aguado. En su opinión, «los agricultores no son el problema», y pidió a «los partidos políticos de todos los colores que hagan algo» y a la sociedad que no los «criminalice». Aguado destacó que la protesta «no va contar con ningún gobierno ni partido» y pretende replicar en València, aunque con semanas de retraso, las tractoradas celebradas en otras poblaciones de España.

La Comunidad Valenciana es líder en superficie agraria abandonada (con más de 161.000 hectáreas dejadas de cultivar), en falta de relevo generacional y envejecimiento de la población agraria (ya casi cerca de los 62 años de media), en pérdida de superficie agraria de regadío, en falta de inversiones hidráulicas y en déficit de balance continuado entre primas e indemnizaciones de los seguros agrarios.

Despoblamiento

El secretario general de la Unió recordó que las exportaciones agroalimentarias han aumentado alrededor del 2,5% durante 2019, lo que indica «que el sector no está en crisis, sino que los que están en crisis son los agricultores y ganaderos autonómicos». Y advirtió del «grave» riesgo de despoblación de 35 de los 135 municipios de la provincia de Castellón por la crisis de la agricultura. «Venir a la tractorada no es perder un día de jornal, es ganarnos el futuro», apuntó José Vicente Guinot (Fepac-Asaja). Según Ricardo Bayo (UPA-PV), los agricultores llevan años arrastrando una grave crisis y están en una «situación limite. No podemos ser los esclavos del Tercer Mundo en la Unión Europea». Según Ramón Espinosa (Asaja-Alicante), «o ponemos remedio ahora o nos quedamos sin sector primario. Queremos hechos, no pamplinas» .

En vísperas de esta multitudinaria manifestación, el Ministerio de Agricultura ha convocado mañana jueves en Madrid una reunión con dirigentes de las organizaciones agrarias en busca de soluciones. Y es que el Ejecutivo central quiere contener la «revolución» del campo que se extiende ya por toda España.