La constructora alicantina Ecisa se ha visto envuelta en la polémica por una de sus adjudicaciones en Valladolid. La compañía se hizo en enero de 2018 con el contrato de Adif AV para construir un túnel por debajo de las vías del tren, que permitiera la circulación de vehículos y peatones, y evitara la actual división entre los barrios de Belén y Los Santos-Pilarica, en la capital castellanoleonesa. Unos trabajos valorados en 6,1 millones. Las obras no empezaron con buen pie y los retrasos se acumularon debido a la gran cantidad de servicios afectados que había que resolver antes de empezar con la construcción de la infraestructura, según reconoció el operador ferroviario.

Sin embargo, los problemas reales empezaron en octubre del año pasado, cuando Adif detectó «diversos incumplimientos por parte de la adjudicataria», es decir, Ecisa, a la que se apercibió y se le instó «reiteradamente y por distintos medios» a cumplir el contrato. Sin embargo, las desavenencias llevaron a que la constructora paralizara los trabajos, hasta el punto de que en los últimos días la prensa local publicó que había abandonado la obra, lo que generó las protestas de los vecinos, que veían prolongarse las molestias. Tras un momento de incertidumbre, Adif anunció ayer que, finalmente, había conseguido que Ecisa llegara a un acuerdo para que la constructora Comsa «colabore activamente en la obra» y los trabajos puedan retomarse en dos semanas. Según explicó el alcalde de Valladolid, Óscar Puente, el acuerdo implica que Comsa asumirá inicialmente el papel de subcontratada para continuar con la obra, lo que ha evitado el retraso de volver a adjudicar el proyecto. Desde Ecisa rechazaron realizar ningún comentario.