Transformar las redes de pesca abandonadas que contaminan el Mediterráneo en fundas para móviles. Ésa es la original propuesta de negocio de la startup The Gravity Wave, que se acaba de alzar con uno de los Premios Impacto ODS que concede la red de coworkings Impact Hub. La idea inicial fue de dos hermanos pamploneses, Julen y Amaia Rodríguez, que en sus múltiples viajes por el mundo acabaron concienciados de la necesidad de combatir la acumulación de plásticos en los oceános.

Sin embargo, la producción de las carcasas se hará en Alicante, donde encontraron a los socios que aportarán la parte industrial del proceso, por así decirlo. Se trata de otra startup, Tecnikoa, instalada en una de las naves del Vivero de Empresas Príncipe Felipe, del Ayuntamiento de Alicante, y que es la que se encarga de transformar el plástico de las redes -previo paso por un planta de reciclado donde se lava y se trocea-, en las fundas y los filamentos para impresión 3D que también producen, según explica Julen Rodríguez.

La tercera pata del proyecto se encuentra al otro lado del Mediterráneo, en Grecia, donde su socio Lefteris Arapakis mantiene un acuerdo con 130 barcos pesqueros, a los que paga por el plástico y las redes fantasma que capturan, que luego envían a Alicante.

Según explica el emprendedor, tras conseguir las primeras preventas a través de la plataforma de «crowdfunding» Kickstarter, será el próximo mes de marzo cuando pongan en marcha sus primeros modelos de fundas «con conciencia», con un coste de 20 euros por pieza. En principio serán 11, que incluirán varias para iPhone, Samsumg y Huawei, que irán ampliando paulatinamente. Pero los planes de estos emprendedores no se quedan ahí. Más adelante quieren fabricar también otros productos con la misma materia prima que obtienen del mar.