Áureo Garijo estaba muy pendiente ayer de las medidas anunciadas por el Gobierno para ayudar a las empresas a afrontar el impacto de la crisis del coronavirus. Él ha tenido que cerrar su restaurante Garnacha Gourmet por el decreto de estado de alarma. Es autónomo y tiene dos empleadas. También es de los que se plantea un ERTE, pero tiene que estudiar en profundidad las medidas del Ejecutivo para saber qué hacer. Irónicamente dice que «el Gobierno hace un ERE a las pymes, pero pretende que éstas hagan un ERTE». Cree que aunque el plan de choque ayudará, «son medidas que van a paliar algo el problema ahora, pero van a trasladarlo después, dentro de unos meses», resalta. Porque uno de los mayores temores del sector es si el consumo se va a recuperar cuando pase esta emergencia sanitaria.