La pandemia del coronavirus ha traído aparejada otra que ya se está dejando notar: las suspensiones de contratos de trabajo que han convertido a España en un gran ERTE. La parálisis de la economía dentro y fuera de España por las medidas extraordinarias contra el contagio ha empujado a empresas de todos los sectores a tener que acudir a los expedientes de regulación temporales de empleo. En lo que va de la crisis sanitaria, se calcula que son ya más de 100.000 trabajadores los afectados por un expediente de regulación temporal de empleo.

Antes de que el virus golpeara con fuerza a España y el grueso del problema se centrara en las ciudades afectadas de China, los primeros síntomas comenzaron a sentirse en empresas que dependían de los suministros llegados desde el gigante asiático. A mediados de febrero la empresa de piezas de automoción Magneti Marelli anunció que presentaría un expediente de regulación de empleo por la falta de piezas y la caída de las ventas en el sector del automóvil. A finales de mes, y en Málaga, Fujitsu hizo lo propio: no llegaban piezas de China para su ensamblaje y posterior envío a Toyota Europa. Tampoco las necesarias para su línea de cajeros automáticos.

Una vez que el virus se hizo «europeo» llegaron las cancelaciones de vuelos y el cierre de fronteras, como por ejemplo, la italiana. Las compañías empezaron a anunciar la decisión de prescindir de buena parte de su plantilla hasta tiempos mejores: IAG (Vueling, Iberia, BA) aplica un ERTE para 15.000 trabajadores en España. Ryanair lo hace para 1.500, Air Europa anunció uno el pasado 13 de marzo para 3.600 y Air Nostrum para 1.400.

Freno en seco

El sector del automóvil es el que, de momento, más ERTE tiene en marcha. No en vano, España es el segundo productor de Europa y está entre los diez primeros del planeta. Solo en las líneas de producción directa trabajaban antes de la crisis del coronavirus 66.000 personas en 17 grandes factorías. Los principales ERTE que están sobre la mesa son los de Seat (14.812), Renault (10.000), Ford (7.000), Volkswagen (5.000), Nissan (3.000) e Iveco (1.300). Cómo no, sectores tan vinculados como los de fabricación de neumáticos se han visto salpicados, como la multinacional Michelin, con un ERTE para 8.000 trabajadores. También habrá regulación de empleo en Gestamp, multinacional especializada en el diseño y construcción de componentes para el automóvil que en España da trabajo a 6.000 personas en sus 22 plantas.

Ropa en el armario

Por otro lado, el cierre de los negocios no esenciales llevó a echar la persiana a las tiendas de las grandes compañías multimarca dedicadas a la venta de ropa y complementos como Tendam, propietaria de Cortefiel, Pedro del Hierro, Springfield y Women's Secret, que en el país dan trabajo a 7.000 personas. Adolfo Domínguez, con 198 tiendas en la geografía española, prescindió temporalmente de 788 trabajadores. Liwe, propietaria de Inside, también ha presentado un ERTE que puede afectar a 1.900 personas, el 94% de su plantilla en España.

También Burger King presentó un ERTE para 14.000 trabajadores, pero Trabajo lo ha tumbado, ya que la compañía puede seguir realizando parte de su actividad, como es el reparto a domicilio o la venta en los restaurantes para clientes en vehículo. Zeva Alsea, la multinacional propietaria de Vip's, Starbucks, Domino's Pizza, Cañas y Tapas, Foster's Hollywood y Ginos, tiene en el alero a 22.000 de sus empleados. Finalmente, Ikea ya prepara su regulación en todos los centros del país e Inditex lo está meditando.