La junta directiva de la patronal provincial del comeercio (Facpyme) ha celebrado hoy una reunión por videoconferencia en donde se han valorado y analizado las distintas medidas económicas que tanto desde el Gobierno central, como desde la Generalitat Valenciana, se han adoptado durante estos primeros 40 días del estado de alarma.

En la reunión, "se ha coincidido en que las medidas y líneas financieras que se han puesto en marcha no están llegando a todas las microempresas y empresarios autónomos, que son la mayoría del sector comercial alicantino, además son insuficientes y no llegan a todas las empresas que tienen que llegar", ha afirmado el residente de Facpyme, Antonio Saéz. Los comerciantes aseguran que las entidades financieras que colaboran con la Administración y que tienen que tramitar los créditos ICO o la financiación a través del Instituto Valenciano de Finazas (IVF) y SGR están saturadas de expedientes "que no se tramitan con la celeridad que requiere esta grave situación de las empresas o que desestiman las operaciones por falta de garantías".

La práctica totalidad de las empresas comerciales que tienen trabajadores y que tuvieron que cerrar sus establecimientos, por causas de fuerza mayor, al no ser consideradas servicios esenciales para la ciudadanía, recurrieron a los ERTE.

AsiFacpyme plantea la posibilidad de implantar una medida que permita la incorporación escalonada de los trabajadores afectados por un ERTE. "Cuando se active el comercio, no todas las tiendas van a empezar a vender igual que antes, habrá un período de transición, de recuperación lenta, pero las empresas que han hecho regulaciones de empleo tendrán que incorporar a los trabajadores de inmediato y con el compromiso de mantener sus contratos, al menos, durante seis meses. Habría que permitir la incorporación escalonada de los trabajadores a medida que se recupere la actividad, por lo que es preciso flexibilizar la regulación actual de los ERTE"; ha añadido Antonio Sáez.

Además, a a la patronal sectorial le preocupa también cómo recuperar la normalidad en los desplazamientos y la movilidad. "El primer reto será cómo transmitir a los clientes la idea de que comprar en las tiendas físicas va a ser seguro y conocer cómo ha sido el retorno en otros países de nuestro entorno" ha afirmado Sáez.

Elaboración de guía de buenas prácticas

La paulatina vuelta a la actividad económica a medida que se vayan produciendo avances en la superación de la emergencia sanitaria, debe realizarse con las máximas garantías de seguridad para todos los ciudadanos, razón por la cual la utilización de equipos de protección individual será de obligado cumplimiento, no solo a corto, sino también a medio plazo. Para ello Facpyme va a trabajar en la elaboración de una guía de buenas prácticas con el fin de poder establecer una regulación y criterios técnicos adecuados para el correcto cumplimiento de las medidas de salud laboral y prevención de riesgos laborales.

Igualmente, el comercio considera que la digitalización "es el gran reto para las pymes del comercio urbano de proximidad, no sólo para promocionar sus productos sino también para la venta online". El sector reconoce que la omnicalidad de las empresas pasa a ser una realidad más acentuada, tras la pandemia y sus consecuencias económicas que han afectado a la distribución comercial, "contribuyendo a modificar los hábitos de consumo de los hogares. Tras la crisis, la digitalización del pequeño comercio es imparable" ha subrayado el presidente de Facpyme.

Formación online

El sector también considera que la formación continua, durante bastante tiempo, será en la modalidad online. Por ello, Facpyme ha incorporado a su Escuela "Solving Comercio" toda la programación prevista en los próximos meses. En este mes de abril ha realizado distintos webinars (talleres, seminarios transmitidos por internet) "para intentar conseguir que el #quedateencasa sea productivo y prepare a los empresarios del comercio para su vuelta a las empresas", han indicado desde la patronal..

Además, Facpyme se une a la reivindicación de la patronal autonómica CEV y la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE) que consideran "imprescindible" volver de forma urgente a la actividad económica, "porque la paralización está afectando seriamente a decenas de miles de empresas y trabajadores a los que, si se les sigue impidiendo volver a su actividad, tendrán que cerrar sus empresas", ha advertido Saéz. La provincia de Alicante vive principalmente del sector turístico "y si no podemos reabrir todos los comercios, bares, restaurantes, hoteles y actividades complementarias nuestro estado del bienestar será dramático", coinide el representante del comercio con las demandas de CEV y AVE.