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Alicante registra 15.200 parados más en abril, en plena crisis del Covid-19

La provincia pierde 32.853 empleos respecto al año anterior y suma casi 133.000 despidos temporales

Imagen de archivo de una oficina de empleo en Alicante Pilar Cortés

El impacto de la crisis del coronavirus en el empleo tuvo su mayor reflejo en abril, el primes mes completo en el que la economía del país sufrió un parón de la actividad económica por el decreto del estado de alarma para frenar la propagación de la pandemia, además de que comenzaron a registrarse los primeros Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE). Así, la provincia finalizó el pasado mes con 180.122 desempleados, que representan 15.282 más que en marzo y 32.853 más con relación a un año antes, según la cifras publicadas hoy por el Ministerio de Trabajo.

Fudamentalmente, el incremento del paro se concentró en el sector de los servicios, que con 10.486 nuevos desempleados representó el 69% del total del aumento del desempleo. No es de extrañar este importante aumento del desempleo en esta actividad, dado que la hostelería, el comercio, salvo los servicios básicos, y los hoteles tuvieron que cerrar sus puertas por el estado de alarma. La industria alicantina sumó 2.325 desocupados más y la construcción, 1.458. En menor medida, la agricultura sólo registró un aumento de 96 personas desocupadas, mientras el colectivo sin empleo anterior aumentó su bolsa de paro en 917 personas.

Aun siendo importante la escalada del paro en abril en la provincia, la evolución de la afiliación a la Seguridad Social, el indicador que mejor refleja la evolución del empleo, experimentó una brusca caída mensual de 30.072 cotizantes y un retroceso interanual de 42.746 inscritos al sistema.

A esta pérdida de puestos de trabajo se sumaron los trabajadores que fueron incluidos en ERTE y que de forma temporal han perdido su empleo, aunque siguen cotizando a la Seguridad Social. En este sentido, Alicante registró en abril 132.883 despidos temporales, de los que 119.210 estaban afectados por un expediente por fuerza mayor y 13.673 por causas organizativas.

Con un país, cuya población estaba confinada por el estado de alarma y la actividad económica casi paralizada, salvo los servicios esenciales y básicos, la contratación apenas superó los 20.000 nuevos puestos de trabajo. Una cifra que, además, representó un destacado bajón, con 18.400 contratos menos que en marzo, y un descenso de 36.100 con respecto al mismo mes del año anterior.

Una evolución muy negativa en la contratación, si se tiene en cuenta, además, que este año la Semana Santa cayó en abril y que en estas fechas suele dinamizarse el empleo en la provincia en los negocios vinculados al turismo: hostelería, hoteles y comercio. Unas actividades que, precisamente, estaban cerradas por la crisis del coronavirus.

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