Banco Sabadell, cuya sede social está en Alicante, ha sido la primera entidad del sector en dar un paso adelante para sondear la venta de una cartera de activos tóxicos, a pesar del parón registrado por el mercado desde que se decretó el estado de alarma en España para frenar la expansión del covid-19. Al parecer, la entidad financiera quiere adelantarse en la desescalada en el escenario de carteras tóxicas. Y, en un primer momento, ha comenzado a pulsar a inversores internacionales para vender un paquete de pymes morosas de 300 millones de euros, dentro del Proyecto Explorer, según publica El Confidencial. El banco presidido por Josep Oliu protagonizaría, así, la primera operación de este tipo lanzada en España, aunque en Europa ya hay entidades que están explorando, igualmente, el terreno.
Sin embargo, pese a las dificultades que podría encontrarse por el complicado contexto generado por la crisis del coronavirus, ese medio asegura que el banco cree que hay interés en el mercado para este tipo de activos y que si se encontrara con que no fuera así, daría marcha atrás a la operación. No obstante, la intención de la entidad, según fuentes conocedoras de la operación, es sondear si, realmente, hay movimiento en el mercado, cuando parte de los países afectados por la crisis sanitaria han iniciado su desescalada. De momento, el mercado de carteras está paralizado desde que se decretó el estado de alarma en España. De hecho, ya desde el inicio del confinamiento se cancelaron operaciones que estaban en marcha a comienzos de marzo. Incluso se habla de una venta de 2.100 millones de euros en hipotecas de Santander que estaba muy avanzada.
Los fondos, a la expectativa
Además. en el contexto actual, los fondos se encuentran a la expectativa sobre cómo va a evolucionar la crisis y su impacto en la economía, por lo que, de momento, tienen paralizadas sus decisiones de compra, según fuentes financieras.
El Sabadell, sin embargo, quiere pulsar el mercado e intentar romper la actual inercia con el Proyecto Explorer, que representa 1.000 créditos de pymes, con colateral de sector inmobiliario, confirman fuentes conocedoras de la operación, que apuntan a que es Deloitte quien está realizando las gestiones. Su perímetro, de 300 millones de euros, se encuentra en la franja baja de la horquilla de las carteras que se vendían hace unos meses.
De hecho, en el sector se cree que las operaciones que se vayan realizar en los próximos meses serán de un tamaño similar. Con este adelanto por sondear el mercado, la entidad catalana pretende acelerar el saneamiento de los activos que aún le quedan de la anterior crisis inmobiliaria y financiera antes de que se registre una acumulación de posibles morosos por la emergencia sanitaria del covid-19. No obstante, el banco ya se ha deshecho de gran parte de los activos problemáticos derivados de la última recesión, al igual que han hecho otras entidades bancarias.
