Los ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea (UE) dieron este martes nuevos pasos en su respuesta a la pandemia del coronavirus con la aprobación formal del programa para costear los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE), al tiempo que debatieron sobre la recuperación tras la crisis.

En una videoconferencia, los titulares económicos de los Veintisiete aprobaron de manera definitiva el fondo temporal contra el paro SURE, que tendrá hasta 100.000 millones de euros para conceder créditos en condiciones favorables a los Estados y que, de ese modo, puedan sufragar sus ERTE.

Por tanto, los países que lo deseen podrán solicitar el apoyo financiero de la UE para financiar los incrementos "repentinos y severos" del gasto público registrados desde el pasado 1 de febrero y vinculados a los expedientes de regulación temporal de empleo o a medidas similares de apoyo a autónomos.

Para que SURE entre en funcionamiento, el conjunto de los Estados miembros deberá aportar antes un total de 25.000 millones de euros en garantías, para lo que algunos necesitan el visto bueno de sus parlamentos nacionales. La aportación de cada país será proporcional al peso que representa en la renta nacional bruta de toda la UE.

Una vez concedidas las garantías de los Estados, la Comisión recaudará los fondos en los mercados de capital internacionales a través de la emisión de deuda.

En principio, la herramienta estará disponible hasta el 31 de diciembre de 2022, aunque, a propuesta de la Comisión, los países pueden aprobar prórrogas de seis meses si persisten los problemas económicos derivados de la pandemia.

Pese a contar con un total de 100.000 millones de euros, se fija como límite que los tres países que más fondos reciban no obtengan más de 60.000 millones entre los tres.

"Si bien todos los Estados miembros podrán hacer uso del instrumento, SURE actuará como una red de seguridad particularmente importante para los trabajadores en las economías golpeadas con más dureza", señaló en un comunicado el Consejo de la UE, que representa a los países.

La vicepresidenta económica, Nadia Calviño, ya adelantó la semana pasada que España tiene previsto solicitar los préstamos de esta herramienta.

El comisario europeo de Economía, Paolo Gentiloni, dijo el viernes que SURE estará en funcionamiento en verano, "probablemente en julio", si bien el objetivo inicial era tenerlo en marcha el 1 de junio.

SURE forma parte de la respuesta económica a la pandemia acordada en el Eurogrupo, junto a un programa de préstamos para las empresas que concederá el Banco Europeo de Inversiones (BEI) y la línea de crédito para financiar gastos sanitarios del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE). En conjunto, los tres instrumentos suman 540.000 millones de euros en préstamos.

Flecos en los créditos

La línea del MEDE ya está operativa y disponible para los países que la quieran solicitar, mientras que aún quedan cuestiones pendientes sobre el plan del BEI, que pretende movilizar hasta 200.000 millones de euros en créditos para empresas, en particular, para pymes.

Tras la videoconferencia, el vicepresidente económico de la CE, Valdis Dombrovskis, dijo en una rueda de prensa que queda por decidir en qué medida el fondo se centrará en las pequeñas y medianas empresas. Asimismo, añadió que otro punto abierto es cómo afrontar "las pérdidas potenciales" que pueda generar el fondo paneuropeo.

El ministro croata de Finanzas, Zdravko Maric, cuyo país preside este semestre el Consejo de la UE, confió en que se logre el acuerdo a finales de mayo o principios de junio.

Pendientes de la recuperación

Por otro lado, los ministros abordaron el relanzamiento económico tras la pandemia, un día después de que Francia y Alemania propusieran la creación de un fondo europeo de 500.000 millones de euros para la reconstrucción.

La Comisión Europea tiene previsto presentar su propio plan de relanzamiento el 27 de mayo, que contendrá una propuesta para el futuro presupuesto de la Unión Europea a largo plazo (2021-2027) y una para la creación de un fondo de recuperación.

"Creo que la iniciativa conjunta de Francia y Alemania es una señal positiva que nos ayudará a construir consenso y al final todos los Estados miembros están de acuerdo en que estamos afrontando una gran crisis y necesitamos reaccionar a esa crisis con un espíritu de solidaridad y de forma coordinada, así que soy optimista en que al final podremos lograr un compromiso aceptable", comentó Dombrovskis.

El vicepresidente de la CE recordó que el fondo propuesto por el Ejecutivo comunitario, para el que se han barajado cifras de en torno al billón y medio de euros, incluirá préstamos y subvenciones.

La Comisión prevé estructurar el fondo de recuperación en tres pilares y el primero será un instrumento para la resiliencia y la recuperación, que copará el 80 % de las partidas y se destinará a ayudar a los países a modernizar sus economías, atendiendo en particular a la digitalización y la transición ecológica.

Hoy, Dombrovskis resaltó el "fuerte vínculo" entre inversiones y reformas a partir de las ideas desarrolladas para el instrumento presupuestario de la eurozona para la convergencia y la competitividad.

Las ayudas estarán ligadas al Semestre Europeo, por el que la Comisión coordina las políticas presupuestarias de los países, de modo que estos tendrán que presentar programas de recuperación que estén en línea con sus recomendaciones para recibir ayudas.

Dombrovskis afirmó que se están buscando soluciones para asegurar que el dinero llegue a los países en 2021 y que también se están mirando "opciones y posibilidades" para desembolsar parte de los fondos este mismo año.