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CORONAVIRUS

La crisis del covid también pasa factura a los emprendedores

Hasta un 15% de quienes han puesto en marcha un negocio recientemente cree que deberá cerrar o traspasarlo en el próximo año

La crisis del covid también pasa factura a los emprendedores

Si para una empresa consolidada hacer frente a la crisis derivada del coronavirus supone todo un desafío, para aquellos que están todavía en una fase incipiente de su negocio resulta aún más complicado. Tanto que hasta un 15% de los emprendedores que han puesto en marcha un proyecto en los últimos años en la Comunidad Valenciana ya está pensando en cerrarlo o traspasarlo, ante la incertidumbre sobre el futuro de la evolución económica.

Al menos así se desprende del estudio La situación del emprendimiento en la Comunidad Valenciana ante la crisis del covid-19, que han coordinado los profesores de la Universidad Miguel Hérnández de Elche José María Gómez Gras e Ignacio Mira Solves, y que se ha realizado en colaboración con el Observatorio del Emprendimiento de España. Un trabajo para el que se realizaron casi 250 encuestas en la autonomía entre el 20 y el 30 de abril, y en el que se constata el fuerte impacto que han generado en este colectivo las medidas de confinamiento para frenar la pandemia.

De este modo, tan sólo un 13% de los emprendedores de la autonomía ha logrado continuar trabajando con su operativa habitual, frente a un 41% que ha tenido que recurrir al teletrabajo o el 44% que se ha visto obligado a cerrar temporalmente, ya sea forzado por la declaración del estado de alarma o por decisión propia ante la caída del negocio. Y no es para menos: un 80% de los consultados asegura que la demanda de su negocio ha caído a mínimos o, directamente, ha desaparecido al paralizarse la actividad.

Por sectores

Como es lógico, la repercusión de la crisis ha sido distinta según el ámbito de actuación. Así, las empresas que realizan actividades destinadas al consumidor final son las que peor lo han pasado, al verse obligadas a cerrar en un 71%. Por el contrario, las compañías que prestan servicios a otras empresas son las que mejor han aguantado esta situación -sólo han detenido su trabajo por completo un 12% de las mismas- gracias a que hasta un 76% ha podido recurrir al teletrabajo. Entre ambas, se han visto obligados a cerrar temporalmente el 24% de los emprendedores de la industria, que es el sector donde más se ha mantenido la actividad presencial habitual (28% de los casos). Del mismo modo, si se analiza por tamaño, son aquellos negocios donde el propietario es el único trabajador los que han bajado la persiana en mayor medida (44%) durante este tiempo, frente a los que ya cuentan con más de diez empleados, que lo han hecho en un 30%.

Los efectos en el empleo también han sido notables: uno de cada cinco emprendedores asegura que ha reducido su volumen de personal (no se especifica si ha sido mediante un ERTE); un 15% ha optado por recortar jornada; y otro 3% ha reducido salarios.

Los negocios jóvenes también están sufriendo en sus carnes la falta de liquidez que acusan todas las empresas en esta situación de crisis. Así, más de un tercio de los consultados asegura que se ha visto afectado su acceso a la financiación. Para compensar esta falta de efectivo, hasta un 36% de los emprendedores de la autonomía optó por aplazar sus planes de inversión de forma inmediata.

Mal momento para empezar

En cuanto al futuro, el 82% de los encuestados creen que las expectativas seguirán siendo negativas o muy negativas en los próximos seis meses. En la misma línea, consultados por sus previsiones a un año, un 15% piensa ya en cerrar o traspasar su empresa, y un 42% cree que tendrá que reducir personal. Eso sí, como destaca José María Gómez Gras, también hay un 56% de consultados que ya están trabajando en planes para recuperar clientes, atraer a nuevos e incluso entrar en nuevos mercados, y un 60% cree que habrá nuevas oportunidades, lo que da muestra de su capacidad de resistencia.

No obstante, la mayoría también cree que no es el momento de lanzar nuevos proyectos. Así, un 55% de los encuestados considera que los potenciales emprendedores no se van a atrever a asumir riesgos, el 18% opina que no habrá financiación, y el 15% que no habrá suficientes ayudas públicas.

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