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El sector hotelero pide medidas laborales adaptadas al turismo para afrontar la desescalada

Estas empresas señalan que no pueden rescatar trabajadores de sus Ertes por falta de flexibilidad de la última reforma

Hotel de Benidorm que mantiene sus puertas. David Revenga

Los hoteles urgen al Gobierno de España para que ponga en marcha cuanto antes el plan especial del Turismo que contenga medidas laborales especialmente pensadas para este sector.

Desde la Asociación Empresarial Hostelera de Benidorm, Costa Blanca y Comunidad Valenciana (Hosbec), aseguran que «la última reforma laboral -aprobada por el Gobierno hace un par de semanas- se ha demostrado ineficiente para el sector turístico ahora que empieza a acometer su propia desescalada».

Según la última regulación recogida en el Real Decreto-Ley 18/2020, los Ertes bonificados por fuerza mayor total sólo se mantienen mientras la plantilla íntegra de una empresa esté en esta situación de Erte. Si una empresa rescata a uno solo de sus trabajadores, de forma inmediata todos pasan a la situación de Erte por fuerza mayor parcial con una penalización en la exención de costes de seguridad social, por lo que las cuentas no salen.

Por este motivo, los empresarios turísticos exponen que ese escenario de Ertes que diseñó el Gobierno con la Ceoe no es válido para el sector: es necesaria una flexibilidad mayor para permitir sacar a trabajadores sin perjudicar las bonificaciones de los que todavía quedan en situación de fuerza mayor total al no haber podido restablecer la actividad por ausencia de movilidad de las personas.

Hosbec estima que podrían ser cientos de trabajadores los que estarían ya de alta y trabajando en las labores de limpieza, mantenimiento y acondicionamiento de los establecimientos que tengan programada su apertura en las próximas semanas. Y que, sin embargo, no pueden reincorporarse a su puesto de trabajo por los cuantiosos perjuicios económicos que causaría a la empresa sin ningún sentido. También afecta a algunos puestos de trabajo de los departamentos comerciales y de recursos humanos que se tienen que encargar, por ejemplo, de planificar la formación específica de todo el proceso de desescalada.

Caso práctico

Una cadena hotelera que cuente con 300 empleados que están en ERTE por fuerza mayor desde el 18 de marzo, bonifica al 75% la cotización a la seguridad social de todos estos trabajadores. Si esta empresa quiere rescatar a 20 trabajadores para empezar con las tareas de limpieza y reacondicionamiento de sus establecimientos, que permanecen cerrados, su bonificación pasaría del 75% al 45% en mayo o al 30% en junio del resto de los 280 trabajadores que continúen en el ERTE.

Traducido a euros, esto supondría que esta empresa tendría un incremento en el coste de seguridad social de 36.000€ que paga actualmente a 80.000 en el mes de mayo y más de 100.000 durante el mes de junio. Cabe hecer hincapié en que estas empresas no han percibido ingresos desde esa fecha de 18 de marzo.

Un perjuicio aún más evidente en las pequeñas empresas, las de menos de 50 trabajadores, que tienen una bonificación del 100% que perderían en el momento en que rescaten aunque sea a solo uno de sus trabajadores.

El presidente de HOSBEC, Antonio Mayor, lo tiene claro «no queremos ninguna bonificación para los trabajadores que se den de alta. De estos pagamos salarios y pagamos cotización», pero pide que haya flexibilidad de mantener a los que todavía no son necesarios en la situación de fuerza mayor total con su correspondiente bonificación actual.

El presidente de los hoteleros valencianos manda un mensaje directo «el Gobierno no debe esperar al 30 de junio para aprobar el plan especial del turismo, debe hacerlo ya, debe escucharnos, asumir lo que hemos pactado en las mesas de diálogo social con los sindicatos de hostelería y debe proporcionarnos el marco adecuado en el que podamos reconstruir nuestro futuro».

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