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CORONAVIRUS

La desescalada se congracia con Alicante: 7.100 empleos más y 300 parados menos

El desempleo baja en mayo en la provincia, la única de la Comunidad Valenciana donde desciende

Trabajadores de la construcción, con mascarilla, en la fase de reactivación de las obras. pilar cortés

Tras la importante escalada del paro en abril, el pasado mes de mayo supuso «un punto de inflexión dentro de un contexto, absolutamente, adverso para empresas y ciudadanos» por la crisis del coronavirus, según subrayaron los empresarios. El paro bajó en 325 personas y, además, se crearon más de 7.100 empleos. De momento, dos buenas noticias para el mercado laboral alicantino que amortiguan los fuertes temores sobre una importante destrucción de puestos de trabajo a corto y medio plazo por los efectos de la emergencia sanitaria. La desescalada y la reincorporación al trabajo de afectados por un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) propiciaron un escenario de repunte del empleo, tras el reinicio de la actividad de la industria y la construcción. Pero, igualmente, de parte de los servicios, que, aunque en mayo aumentó su bolsa de paro en 770 personas, en el caso de la hostelería, la afiliación a la Seguridad Social se recuperó, con 1.110 nuevos cotizantes.

Sin saber aún la tendencia de los próximos meses, las fases de desescalada en pleno estado de alarma (decretado a mitad de marzo para frenar la expansión del covid-19) permitieron que el desempleo bajara en la provincia y situara el total de alicantinos sin trabajo en 179.797. No obstante, la comparativa interanual mostró un aumento de 36.774 desocupados, según los datos publicados ayer por el Ministerio de Trabajo. Y, aunque estos factores hayan sido, de momento, favorables, hay que tener en cuenta que el recorte en 325 parados es el dato menos bueno de un mes de mayo desde 2009, en plena crisis financiera. La media de la reducción del paro en este mes en los últimos cinco años es de 4.605 personas menos inscritas en el desempleo, según advertía José María Ruiz Olmos, responsable de Empleo de CC OO en l'Alacantí-Les Marines.

El contraste

Aun así, el mínimo descenso de Alicante sitúa a la provincia como la única de la Comunidad donde bajó el paro, ya que en Castellón subió en 607 personas y en Valencia, en 293, por lo que la autonomía se anota 575 desocupados más, que elevan el total a 440.517 trabajadores de la Comunidad sin empleo. Además, Alicante se desmarca no solo de la tendencia autonómica, sino también de la nacional, ya que el paro en España aumentó en más de 26.500 personas en mayo.

En el ámbito de la Comunidad, el secretario autonómico de Empleo, Enric Nomdedéu, destacó ayer que los últimos datos del paro «revelan que algunos sectores económicos han empezado a reactivarse». E hizo hincapié en que el servicio valenciano de empleo Labora y la Conselleria de Economía Sostenible «continúan haciendo un esfuerzo sin precedentes para paliar el efecto de la emergencia sanitaria y atender las necesidades de los trabajadores» .

En la provincia, los mejores datos del paro se registraron en la industria, que redujo el numero de desempleados en 882, seguida de la construcción, con 872. Por contra, los servicios aumentaron su bolsa de parados en 770; el colectivo sin empleo anterior, en 539 y la agricultura, en 120. Los sindicatos insistieron ayer en que «la vacuna para el mantenimiento del empleo ha sido la herramienta de los ERTE, que ha actuado como colchón para frenar una mayor destrucción de puestos de trabajo en términos absolutos», señaló Yolanda Díaz, responsable de Empleo de UGT en l'Alacantí-La Marina.

Ajustes

Y es que los profesionales afectados por expedientes de suspensión temporal de empleo no están computados en los datos del desempleo, dado que siguen siendo cotizantes a la Seguridad Social. De lo contrario, las cifras del paro habrían experimentado un aumento considerable durante esta pandemia. Con datos desde el 12 de marzo al 31 de mayo, la provincia sumaba 25.728 ERTE y 130.176 despidos temporales. No obstante, estas cifras pueden haberse reducido a día de hoy por la reincorporación al trabajo de afectados por un expediente. Pero en el balance que ofrece la Conselleria de Economía sólo se ofrecen los datos acumulados. Ahora, la mejoría del empleo en mayo provocada por la reactivación de la industria, la construcción y la hostería en la desescalada, tras el fuerte parón productivo, se evidenció más en las estadísticas de la afiliación a la Seguridad Social, que reflejaron en Alicante un aumento de 7.115 cotizantes con respecto a abril, lo que situó el total de inscritos al sistema en 625.685. Aun así la variación interanual sigue arrojando un déficit de 43.399 inscritos menos. Pero también hay que tener en cuenta que el pasado año ni los ciudadanos ni el mercado laboral acusaban el impacto de la crisis del coronavirus. Una advertencia que también realizó la propia patronal autonómica CEV, que incidió más en la variación intermensual en la que se analiza información homogénea.

Sectores

El repunte de las altas laborales en Alicante se sustentó en el tirón del empleo en la construcción, que ganó 2.554 nuevos cotizantes, que elevaron el total del sector en la provincia a 30.595. Una cifra muy alejada aún a los 73.788 que tenía en diciembre de 2006, un año antes de que empezara la anterior crisis. También la industria incrementó el empleo, con 2.371 nuevos afiliados, que elevaron el global en esta actividad hasta los 61.670.

Y, en contra de lo que podría preverse, la hostelería también registró un avance en el número de cotizantes (1.110), a pesar de la tímida reactivación que registró en su desescalada y que aún sigue operando con limitaciones en cuestiones de aforo. De hecho, la hostelería es, entre las principales actividades provinciales, la segunda que más inscritos al sistema tiene, con un total de 52.391.

La primera es el comercio, que suma 93.378 cotizantes, aunque en mayo perdió 321. Un descenso que, probablemente, esté muy relacionado con que la reapertura de los establecimientos comerciales, que también estuvieron cerrados desde que se decretara el estado de alarma, aunque eso no ha supuesto todavía una mejoría en su facturación.

La contratación se dinamiza

Por su parte, la evolución de la contratación en la provincia también fue positiva en mayo. En Alicante se firmaron el pasado mes 25.096 contratos, que representaron 5.052 más que en abril. No obstante, el 87% de los mismos tuvieron un carácter temporal. Tanto sindicatos como patronal coincidieron en la importancia de la aplicación del ERTE excepcional para impedir una mayor destrucción de empleo. De hecho, UGT lo calificó como «vacuna» para frenar el paro. Aspecto sobre el que también insistió CC OO. Según los datos del sindicato, a finales de mayo había en Alicante 130.176 personas incluidas en un ERTE, en una provincia con 617.500 asalariados, de acuerdo con los datos del primer trimestre de este año de la Encuesta de Población Activa (EPA), «lo que supone que el 21,1% de los trabajadores está incluido en un ERTE, es decir, una de cada cinco personas asalariadas», subrayó ayer José María Ruiz Olmos.

Por su parte, en las medidas que reivindican los empresarios de cara al plan de reconstrucción para superar los efectos del covid-19, destacaron la flexibilización de los ERTE más allá del 30 de junio, según aseguró el presidente de la patronal CEV en Alicante, Perfecto Palacios.

Un plan de recuperación urgente

El dirigente empresarial valoró positivamente el hecho de que en mayo se hubiera recuperado el empleo. No obstante, alertó de que, «el sector servicios sigue estando especialmente castigado», por lo que consideró que «urgen medidas que favorezcan la actividad económica y, en todo caso, políticas que impulsen el proceso de creación de empleo», entre las que incluye la flexibilización de los ERTE. También desde València, el presidente de la CEV, Salvador Navarro, insistió en apostar «por un auténtico plan de recuperación, consensuado con las distintas fuerzas políticas y sociales, que incluya medidas contundentes en los ámbitos fiscal, económico y laboral». Unos planes que, a su juicio, deben contar con el apoyo económico y financiero de todas las administraciones, la local, la provincial, la autonómica, la estatal y la europea.

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