La Federación de Industrias del Calzado Español (FICE) afrontará un cambio en su dirección en plena pandemia. El actual presidente ejecutivo, José Monzonís, finaliza su mandato en julio, y ya ha empezado a despedirse, asegurando que su marcha no supondrá un problema para la organización, que tiene el reto de ayudar a las empresas a salir de la crisis del coronavirus.
P ¿Por qué pone punto y final a su paso por la Federación de Industrias del Calzado Español?
R Llega el fin de un mandato de cinco años y pienso que es un periodo suficiente como para poder llevar a cabo un trabajo en una organización empresarial. Creo que es bueno que otras personas entren a liderar el proyecto, sin que ello no impida que haya una continuidad con las iniciativas. Mi intención es retornar a otras actividades profesionales. En los últimos años me he dedicado al servicio público, tanto en la administración de la Generalitat Valenciana como desde organizaciones privadas, como en este caso la federación, y es momento de emprender otra etapa.
P ¿Es el momento adecuado para dejar la patronal tras la irrupción del coronavirus?
R La decisión era muy anterior y estaba comunicada antes de que el covid-19 impactara de esta manera tan brutal en la sociedad y la economía a niveles mundiales. Han sido unos meses muy duros, no solo desde el punto de vista del trabajo y del impacto sobre las empresas, también desde el punto de vista de una organización empresarial, porque ninguna institución o empresa queda al margen del impacto de esta pandemia. Pero una vez reconducidas unas cuestiones internas, y que empieza a despejarse a situación para las empresas, aunque me vaya las líneas estratégicas de desarrollo van a ser las mismas, y llevamos años trabajando por ellas. Esto es lo que me ha reafirmado mi decisión en las semanas atrás.
P ¿En qué estado deja al sector?
R Como al conjunto de los sectores económicos, y de sus organizaciones empresariales, están acabando de hacer frente a un primer tiempo, de respuesta inmediata, en el que las empresas han tenido que hacer reducciones de costes y refuerzos en la liquidez para poder afrontar con cierto éxito el periodo de recuperación que ahora empieza. El periodo de recuperación va a ser asimétrico, nos vamos a encontrar con sectores con una recuperación más rápida y otros en los que será más gradual y lenta.
P ¿Cómo cree que será en el calzado?
R En el conjunto de la moda y la industria del calzado nos vamos a encontrar con un periodo de recuperación no inferior a los 18 o 24 meses, que coinciden con tres o cuatro temporadas de ventas. La pandemia impactó en plena comercialización de la temporada primavera-verano, y las empresas y muchas tiendas se van a quedar con stocks a los que van a tener que dar continuidad con la temporada primavera-verano de 2021, y también impactó en el inicio de la comercialización real de pedidos para la etapa de otoño-invierno 2020-2021, por lo que es muy probable que, ante eso, y las incertidumbres que siguen generándose, ante posibles rebrotes de la pandemia este otoño, habría que establecer estrategias continuistas y graduales entre otoño-invierno 2020/2021 y 2021/2022. Y esto es lo que nos lleva a un periodo razonable de recuperación de unos dos años. No sabemos cuál será la nueva normalidad.
P Acabamos de conocer datos muy negativos en cuanto a exportaciones de calzado. ¿Se va a traducir en muchos cierres de empresas?
R Sin duda van a cerrar empresas, y no solo en el sector del calzado, en el conjunto de la economía española. Yo creo que partimos de un déficit estructural importante, que es el pequeño tamaño de nuestros sectores industriales, y una pandemia de estas características, como la crisis de 2008, genera más impacto en tejidos de pequeñas y medianas empresas. Ya partíamos de esta situación, de una situación de deuda pública importante que ha retraso decisiones de liquidez para las empresas, y de extensión de ertes, que otros países en mejores condiciones económicas han tomado con mayor celeridad que España para hacer frente a esta crisis.
P ¿De qué va a depender el cierre de las fábricas?
R Va a depender de la capacidad de hacer frente a esta situación, pero también de la confianza, seguridad jurídica y reformas que se puedan adoptar en el país y que acompañen a los sectores industriales a la reinversión. Una vez que pasemos este primer periodo de la crisis va a ser muy importante abordar la reinversión en el empresas, y adecuar sus políticas de venta y marketing para enfocarlas hacia sus clientes más rentables para reducir el riesgo financiero.
P¿Qué papel tendrán las ferias?
R Las ferias van a seguir siendo muy importantes para el sector. El trato humano no va a ser sustituido por el digital, van a coexistir. El trato humano que se consigue en una feria es muy difícil de conseguir en un entorno digital. A nosotros nos ha sorprendido muy gratamente el ímpetu de muchos empresarios que han reafirmado sus asistencia a la próxima feria de Milán. Da muestras del vigor de la industria y de su futuro.
P Sin embargo en España las ferias no cuajan. La última feria de Madrid pinchó y ahora se quiere hacer en IFA
R Es el entorno ferial en el que nos encontramos y es algo que no solo sucede en España, también sucede en otros países occidentales en el que el modelo ferial es desarrollado y maduro. Hay tendencias, como en Alemania, donde surgen ferias regionales dirigidas a clientes distintos, y lo miso pasa en EEUU, erosionando a las grandes ferias americanas. Es un mundo revuelto con mucha competencia, y nos encontramos con una competencia de entornos digital que van ganando peso. Lo vamos a seguir viendo los próximos años y no sé si habrá para todos, pero se va a seguir produciendo en todo el mundo occidental.
P ¿Es usted partidario de organizar una nueva feria en IFA?
R El sector lo tendrá que determinar. Yo ya no avanzo más de lo que ya avancé, que puede ser un complemento positivo para el sector. Deben ser los nuevos responsables de la federación los que tomen la iniciativa y decidan.
