Los promotores alicantinos apuestan por mantener los precios en sus proyectos de obra nueva a pesar del impacto del covid-19, que consideran que afectará más a la segunda mano, donde sí esperan que se produzca una caída del metro cuadrado. Así lo señalan, al menos, el medio centenar de compañías de la zona que han participado en la encuesta que la Asociación Provincial de Promotores (Provia) ha presentado este martes, junto con el estudio "Mercado de la Vivienda en la provincia de Alicante", elaborado por el profesor Francisco Juárez Tárraga del Departamento de Economía Aplicada de la Universidad de Alicante (UA). Un acto en el que también ha participado la catedrática Paloma Taltavull, además del presidente y el secretario general de Provia, Antonio Fernández y Jesualdo Ros.

En este sentido, según los consultados, hasta la fecha la pandemia sólo ha supuesto un 3,36% de cancelaciones sobre las reservas que cada empresa tenía antes de decretarse el confinamiento, aunque si se tiene en cuenta el distinto tamaño de cada uno de los encuestados, las cancelaciones sólo supone el 1,56% de todas las operaciones previstas. Unas cifras que, para la mayoría, son las habituales. Quizá por eso, hasta el 96,2% de los consultados asegura ha optado por mantener invariables sus precios y hasta un 90,4% asegura que hará lo mismo en el segundo semestre del año. De hecho, quienes no responden que seguirán con las mismas tarifas es porque piensan incrementarlas.

Por el contrario, tres de cada cuatro consultados considera que la evolución del mercado de segunda mano será distinta, y sí prevén bajadas precios en las viviendas usadas.

Esta confianza de los promotores viene dada por el hecho de que 65,5% de todas las viviendas que tienen en construcción en este momento las tienen ya vendidas, según el estudio, y el nivel de endeudamiento de las empresas del sector es bajo, lo que les da riñón para aguantar el envite, según ha recalcado el presidente de Provia.

Retraso de proyectos

No obstante, los empresarios también se muestran prudentes y hasta un 50% señala que retrasará la puesta en marcha de nuevos proyectos, ya sea hasta fin de año o hasta que la situación actual de incertidumbre se despeje. Una medida que han adoptado en mayor medida las firmas de menor tamaño y que también tendrá su repercusión en el empleo, ya que hasta un 53,8% de las promotoras alicantinas prevé que se reducirá su plantilla.

En cualquier caso, los empresarios creen que el golpe del covid-19 al sector será temporal y confían especialmente en la demanda internacional para rehacerse, como ya ocurrió en la anterior crisis. Así, hasta el 51,9% de los consultados cree que el volumen de compradores extranjeros volverá a aumentar pasados unos meses, frente a sólo un 17,3% que cree que seguirá cayendo. Por el contrario, hasta el 44,2% considera que se reducirá la demanda de segundas residencias por parte de los clientes nacionales, frente al 23,1% que espera una recuperación, mientras que en el caso de la demanda para vivienda habitual ninguno de los consultados espera una mejora, aunque la mayoría confía en que al menos se mantenga.

En este sentido, Antonio Fernández ha destacado la oportunidad que tiene la provincia gracias a su especialización en el mercado internacional, que, como ha recordado, supone la mitad de todas las ventas. Así, pasada la incertidumbre, el presidente de Provia señala que la Costa Blanca incluso estará en mejor situación que antes para seguir atrayendo este tipo de clientes ya que la experiencia del covid-19 hará que rehúyan aquellos países con sistemas sanitarios más débiles, como pueden ser los del norte de África o Turquía, la principal compentencia de los promotores alicantinos en este segmento.

En este sentido, Francisco Júarez ha recordado que el FMI prevé un fuerte rebote del 5,8% de la economía internacional el próximo y que la búsqueda de valores refugio para los inversores también puede beneficiar al sector inmobiliario de la provincia en su búsqueda de clientes internacionales.