Los promotores tienen claro que nadie va a salir indemne de la crisis económica provocada por la pandemia de covid-19, pero, dentro de lo que cabe, confían en su sector consiga resistir el envite mejor que la media. El hecho de que la mayor parte de las viviendas que tienen en marcha ya estén vendidas y que el nivel de endeudamiento de las empresas sea mucho menor que en la anterior recesión les proporciona cierto margen de maniobra, que esperan que se vea aumentado en los próximos meses, de la mano de la recuperación de la demanda extranjera. Eso sí, en cualquier caso, se impone la prudencia y cada vez más firmas optan por la estrategia de finalizar las promociones en curso, pero esperar a que despeje antes de iniciar nuevos proyectos.
En concreto, hasta el 50% de las promotoras de la provincia admiten ya abiertamente que han decidido retrasar sus nuevas promociones como consecuencia de la actual situación, según la encuesta que ha realizado el profesor de la Universidad de Alicante Francisco Juárez, como parte del estudio sobre «El mercado de vivienda en la provincia de Alicante», que le encargó Provia y que presentó ayer, junto a la catedrática y experta en la materia Paloma Taltavull. Así, un 21,2% de las compañías consultadas señala que esperará hasta fin de año antes de empezar la construcción de nuevas viviendas, mientras que otro 28,8% no se atreve a poner plazo y asegura que arrancará sus nuevos proyectos cuando la situación lo permita.
Ante esta situación, lo previsible es que la actividad del sector vaya disminuyendo poco a poco, a medida que se finalicen las obras en marcha, por lo que también hay un 48% que estima que se reducirá el empleo en el sector, aunque otro porcentaje similar cree que se mantendrá.
Trabajos pendientes
En cuanto a las promociones que ya tienen en marcha -las 52 firmas consultadas suman algo más de 6.000 viviendas en construcción- la encuesta pone de relieve que la situación del sector nada tiene que ver con la de 2008, cuando las empresas se quedaron con miles de viviendas en cartera y sin encontrarles salida. Ahora, por el contrario, el 66,5% de esas viviendas ya están reservadas, es decir vendidas, y, por si fuera poco, en el tiempo transcurrido desde el inicio de la pandemia cada firma del sector solo ha registrado un 3,36% de cancelaciones de media, un porcentaje que muchos de los consultados consideran dentro de los parámetros normales.
La fidelidad mostrada por los compradores ha llevado a que la práctica totalidad de las promotoras alicantinas hayan mantenido el precio de sus viviendas en el segundo trimestre, a pesar de la pandemia del covid-19, y que un 90% prevea hacer lo mismo en la segunda mitad del año. Es más, los pocos que cambiarán sus tarifas, lo harán para subirlas, según el estudio de Provia y la UA.
Una situación que contrasta, sin embargo, con la previsión que estos mismos empresarios realizan para el mercado de segunda mano, donde tres de cada cuatro consultados prevén caídas de precios. Como señaló Juárez, esta percepción se debe a la distinta evolución de ambos segmentos en los últimos años, ya que mientras que el volumen de transacciones de viviendas usadas ya había recuperado los niveles previos al estallido de la burbuja -de hecho, acapara más del 80% de todas las transacciones que se realizan en la provincia en la actualidad-, la construcción de nuevas viviendas sigue muy alejada de esas cifras -haría falta iniciar 8.000 nuevas casas al trimestre para alcanzarlas-, lo que provoca que haya menos oferta y, por tanto, que sea más fácil de cubrir con la demanda existente.
Segundo semestre
En cuanto a la evolución de la demanda, tras el parón provocado en la comercialización por las medidas de confinamiento, los promotores prevén una paulatina recuperación de las nuevas reservas en los próximos meses, si la situación sanitaria lo permite. Eso sí, una evolución que anticipan muy distinta, en función del segmento de que se trate. Así, los promotores alicantinos no le ven demasiado recorrido a la demanda de primera residencia y ninguno de los encuestados espera aumentos por esta vía. La mayoría apuesta por que seguirá igual y alrededor de un tercio prevé caídas, ante el previsible aumento del paro. Al respecto, Francisco Juárez recordó que este segmento del mercado ya era el que más problemas presentaba, dadas las dificultades de los jóvenes para poder acceder a un piso en propiedad, lo que estaba derivando buena parte de esta demanda hacia el alquiler, con el consiguiente aumento de precios de las rentas.
Los promotores tampoco acaban de ver una recuperación clara en la demanda de segundas residencias por parte de compradores nacionales, hasta el punto de que un 44,2% piensa que bajarán, frente a solo un 23,1% que opina que podrían subir. Así pues, el sector vuelve a depositar sus esperanzas en el regreso de los compradores extranjeros, que en los últimos años han acaparado la mitad de todas las casas vendidas en la provincia y casi dos tercios de las de obra nueva. Hasta el 51,9% de los promotores prevé que las ventas a este segmento se incrementarán en la segunda mitad del año.
En este sentido, el presidente de Provia, Antonio Fernández, llamó a aprovechar la «oportunidad» que, a su juicio, supone la especialización del mercado inmobiliario alicantino en el segmento extranjero, lo que puede convertir al sector en una de las palancas «de la recuperación». En este sentido, Fernández considera que el covid-19 puede, incluso, reforzar la imagen de la Costa Blanca como destino de turismo residencial frete a sus competidores del norte de África o Turquía, ya que ahora los compradores valoran más la existencia de sistemas de salud potentes, como el español.
Por su parte, Francisco Juárez recordó que el FMI prevé un rebote del 5,8% de la economía mundial en los próximos meses, por lo que también considera que la especialización en el mercado internacional es una ventaja.
