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El Síndic advierte de la dependencia de los ingresos del ladrillo antes del covid

La recaudación por habitante del impuesto de obras se duplica en dos años

Operarios de la construcción trabajan en una promoción de pisos en Alicante. pilar cortés

La crisis del covid-19 ha cogido a muchos ayuntamientos de la Comunidad en la pista del despegue económico después de un largo camino de austeridad y recortes. El último informe de fiscalización del sector local elaborado por la Sindicatura de Comptes constata, al cierre de 2018, el mayor incremento de ingresos de las corporaciones municipales desde el pinchazo de la burbuja inmobiliaria, con un ritmo de crecimiento del 8,4% respecto al ejercicio anterior.

Eso sí, el estudio no pasa por alto la dependencia que las arcas municipales siguen arrastrando respecto al sector de la construcción, cuya reactivación disparó -en solo un año- un 40% los recursos de los consistorios por la vía del impuesto de obras y construcciones (ICIO) y un 8% la recaudación de la plusvalía, que grava el incremento del valor de los terrenos urbanos. El paquete de tributos donde se engloban los ingresos vinculados a esta actividad son, de hecho, los que más aumentan en el cómputo global, un 15,9%.

Aunque también crecieron los ingresos del impuesto sobre actividades económicas, lo hicieron en mucha menor proporción, un 5,4%, mientras que la evolución del resto de impuestos se mantiene en valores similares. El ICIO reporta a los ayuntamientos 18,2 euros por habitante, una cifra que dobla a la contabilizada tan solo dos años antes, en 2016. El problema es que éste es un tributo no ordinario muy sometido a los vaivenes del mercado que dejó en la cuneta a las corporaciones hace diez años -tras empujar sus políticas de expansión del gasto- y que ahora empieza a recargar las arcas públicas. Lo mismo ocurre con la plusvalía, que brinda una media de 40,2 euros de ingresos por habitante a los consistorios de la Comunidad.

En cualquier caso, el IBI sigue siendo, de largo, la principal fuente de ingresos vía impuestos: genera una media de 313 euros por habitante. Le sigue el impuesto de vehículos, que reporta 50,7 euros por habitante. Pero la recaudación de ambos se mantiene estable, con un incremento anual por debajo del 2%.

El informe de la Sindicatura hace hincapié en la mejoría económica del sector local a todos los niveles en la Comunidad, que se traduce en un recorte del endeudamiento con los bancos del 15% y en un aumento medio del superávit de los ayuntamientos del 11%, hasta los 632 millones de euros en 2018. Sin embargo, ya se vislumbran síntomas de estancamiento, puesto que ese último repunte se situó seis puntos por debajo del incremento de los remanentes contabilizado en 2017 y rompió una progresión al alza de varios ejercicios. También ha bajado el porcentaje de municipios que mejoró su remanente de tesorería en 2018, del 72% al 66%.

Esta tendencia amenaza con agravarse como consecuencia del covid-19. Así al menos lo recoge un reciente informe de la Airef que advierte del agotamiento y la dilución del superávit municipal en 2020 tras analizar a las 24 mayores corporaciones locales y provinciales españolas, en cuyas arcas estima que la crisis tendrá un impacto de 1.500 millones de euros. Según el estudio, la Diputación de València es la segunda entidad en la que la pandemia provocará más mella en el gasto (con una variación del 5%), mientras que se calcula una merma de ingresos del 2% en València y del 4% en Alicante lo que contribuirá a que ambas ciudades no puedan cumplir este año la regla de gasto, según vaticina la Airef. La Autoridad Fiscal ha pedido por primera vez que se liberen los remanentes bloqueados por la Ley Montoro.

Bajan las facturas en el cajón

De regreso al informe de la Sindicatura, tan solo 46 entidades locales de la Comunidad cerraron con déficit 2018, mientras que 16 lo hicieron con un remanente negativo de tesorería para gastos generales. Las obligaciones pendientes de aplicar al presupuesto (las conocidas como facturas en los cajones) disminuyeron una media del 2%, hasta los 93 millones de euros. Pero la Sindicatura censura un incumplimiento relevante: el 74% de las corporaciones se saltó el plazo legal para aprobar el presupuesto y el 34% para liquidarlo.

Los ayuntamientos se financian sobre todo por medio de ingresos tributarios, en un 51,6%, y transferencias, en un 40,8%. El gasto de personal consume la mayor parte de los presupuestos municipales (el 33,8%), junto con los bienes corrientes y la prestación de servicios (28,9%). El 20,4% de las empresas públicas dependientes del sector local presentó resultados negativos y un 12,2% incurría en desequilibrios en 2018.

Las claves

Recaudación

El mayor incremento de los ingresos desde la anterior crisis

El informe de la Sindicatura constata en 2018 un repunte sin precedentes de los recursos a disposición de las entidades locales desde la recesión de 2008, con un crecimiento del 8,4% respecto al ejercicio anterior. El empuje de la recaudación de los tributos ligados a la actividad de la promoción tiene la culpa: los ingresos por habitante por el Impuesto de Obras y Construcciones se han duplicado en dos años y se dispararon un 40% respecto a 2017.

Peligro

Regreso a la dependencia de la fiscalidad inmobiliaria

El estudio refleja la dependencia que vuelven a tener los consistorios respecto a un tributo muy voluble y no ordinario que les dejó tirados con el pinchazo de la burbuja inmobiliaria, tras haber impulsado las políticas de expansión del gasto de la anterior década.

Sector local

Mejoría económica pero ruptura de la tendencia al alza

La Sindicatura hace hincapié en la mejoría económica del sector local en la Comunidad: el endeudamiento con los bancos ha retrocedido un 15% un año y el superávit global de las corporaciones ha crecido un 11%, hasta los 632 millones. Sin embargo, el incremento es seis puntos inferior al contabilizado en 2017 y baja el porcentaje de municipios que ha mejorado su remanente de tesorería, lo que rompe una progresión al alza de varios ejercicios que amenaza con agravarse con la crisis del covid-19.

Covid-19

La Airef alerta de la dilución de los superávits este año

En un reciente informe, la Airef advierte del agotamiento de los superávits en las grandes corporaciones este año y sitúa en 1.500 millones el impacto de la pandemia en las arcas municipales y provinciales.

Advertencia

Incumplimiento de los plazos legales presupuestarios

El 74% de las entidades locales que rindieron cuentas en 2018 incumplieron el plazo legal para aprobar el presupuesto, mientras que el 34% presentó tarde la liquidación.

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