El mazazo provocado por al expansión del covid-19 supuso la destrucción de 59.200 empleos en la provincia de Alicante durante el segundo trimestre del año, en el que habitualmente crece el empleo por las contrataciones de la temporada turística.

En esta ocasión, sin embargo, la paralización de la actividad ha provocado el hundimiento del mercado laboral. De esta forma, el número de ocupados ha caído de 760.800 a 701.600. Si se suma la caída del trimestre anterior, en total se han destruido 86.000 empleos sin tener en cuenta los afectados por los ERTE, que oficialmente siguen siendo ocupados.

Por su parte, el paro ha crecido en 24.000 personas desde los 134.400 del trimestre anterior a 158.400. La menor subida del paro se debe a que la metodología de la EPA exige que para contar como parado se esté buscando activamente empleo durante las semanas anteriores, algo que durante el confinamiento no fue posible, lo que ha hecho que muchos parados estén todavía contabilizados como activos.