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Aumar gana más de 150 millones de euros en su último año de concesión

La concesionaria de la autopista AP-7 incrementó un 7,1% su cifra de negocios gracias al aumento del tráfico

Aumar gana más de 150 millones de euros en su último año de concesión

Un negocio extremadamente rentable hasta el final. Aumar, la concesionaria de la autopista AP-7 entre Tarragona y Alicante y de la AP-4 entre Sevilla y Cádiz, registró más de 150 millones de euros de beneficios el año pasado, el último en que estuvo operativa la concesión, antes del levantamiento definitivo de los peajes el pasado 1 de enero. Se trata del tercer mejor resultado en la historia de la filial de Abertis, tan solo superado por los que consiguió en los años del «boom», en concreto, en 2006 y 2007, cuando ganó, respectivamente, 164,9 y 159,1 millones de euros.

Unos resultados que vinieron propiciados por el notable incremento del tráfico de pago en las vías que gestionaba, que se aceleró un 8,2% frente al crecimiento del 4,06% del ejercicio anterior, lo que elevó la facturación de la compañía hasta los 328 millones de euros, un 7,1% más que en 2018, según señalan los propios gestores de la firma en las cuentas que acaban de depositar en el Registro Mercantil.

Si se comparan las cifras de facturación y de beneficios, el resultado es que Aumar logró una rentabilidad sobre ingresos de más de un 45%, un porcentaje casi imposible de conseguir en la mayoría de negocios y que sólo se explica por tratarse de una infraestructura más que amortizada, donde los peajes que abonan los usuarios cubren con creces los costes de personal y de mantenimiento del vial. No en vano, la adjudicación de la autopista se produjo en 1971 y la concesión debía finalizar en 1999, aunque los distintos gobiernos la prorrogaron hasta en tres ocasiones, a cambio de algunas mejoras y de la rebaja del precio por trayecto, hasta su extinción definitiva el pasado mes de enero.

De hecho, la rentabilidad de la vía se ha mantenido incluso en los peores momentos de la anterior crisis económica, donde llegó a registrar una caída del tráfico de hasta el 45%, desde el máximo que consiguió en 2007, sin que entrara en pérdidas en ningún momento. Así, el año con menos beneficios fue 2011 e incluso entonces ganó la nada despreciable cantidad de 66,4 millones de euros. De esta forma, sólo con el tiempo ganado con la última prórroga, la que aprobó el Gobierno de José María Aznar en 1997, que retrasó la finalización de los peajes de 2007 a 2019, Aumar ha ganado para sus propietarios 1.400 millones de euros.

Sin embargo, a pesar de lo abultado de estas cifras, la concesionaria ha tratado hasta el último momento de que el Estado le indemnice por la pérdida de ingresos que, a su juicio, le ha supuesto la construcción de diversas vías gratuitas, alternativas a su recorrido, como la autovía que conecta Alicante y Valencia por Alcoy, o la que recorre el interior de Castellón. En concreto, la compañía presentó al Gobierno en 2011 una solicitud de «reequilibrio patrimonial» por el desvío de usuarios hacia estas carreteras desde el año 2002, que inicialmente cifró en 187 millones de euros. Una pretensión que rechazó el Ministerio de Fomento en 2014.

La firma no se conformó y, tras alegar, acabó presentando un recursos contencioso-administrativo ante el Tribunal Supremo, donde fue elevando la cantidad al sumar los restantes años de concesión, hasta alcanzar una reclamación de 785 millones. En mayo del año pasado el Supremo denegó su petición, lo que llevó a Aumar a presentar un recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional, al considerar que la sentencia no estaba suficientemente motivada. Sin embargo, este organismo inadmitió el recurso el pasado mes de febrero, dando al traste con las pretensiones de la firma, según recoge el propio balance de la mercantil.

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