A pesar del notable impacto que ha tenido la crisis del covid-19, el Sabadell se ve con la fortaleza necesaria para seguir en solitario y no prevé participar en ningún proceso de fusión, al menos, de momento. Así lo ha señalado el consejero delegado de la entidad con sede en Alicante, Jaume Guardiola, durante la comparecencia pública que ha realizado para presentar los resultados del primer semestre del año, en que el banco redujo su beneficio un 72,7%, hasta los 145 millones de euros, tras dotar 1.089 millones de euros en provisiones por el impacto de la pandemia en la economía.

Al respecto, tanto Guardiola, como el director financiero de la entidad, Tomás Varela, han señalado que confían en que el volumen de provisiones por la crisis se reduzca en los próximos trimestres, por lo que no prevé que el banco pueda cerrar el ejercicio con pérdidas. Una posibilidad que el Sabadell solo contempla, y de forma hipotética, si se produce un segundo confinamiento, aunque Guardiola ha confiado en que no haya que recurrir a medidas tan drásticas de nuevo y ha señalado que lo previsible es que sólo haya restricciones puntuales. Donde sí se registrarán pérdidas, según ha admitido, es en la filial británica, el TSB, que ya ha perdido dinero en el primer semestre.

Después de que el pasado lunes el consejero delegado de Bankia, José Sevilla, abriera la puerta a posibles fusiones para hacer frente a las consecuencias de la crisis, todas las miradas estaban hoy expectantes de lo que tuvieran que decir los responsables del Sabadell, al que se ve como el principal candidato a esta integración. Sin embargo, una y otra vez, Guardiola ha insistido en que, en estos momentos, la entidad con sede en Alicant está concentrada "en hacer frente a la situación económica compleja" provocada por la pandemia, lo que les ocupa "el 100% del tiempo".

"No estamos para reflexiones sobre otro tipo de cuestiones", ha apuntado el ejecutivo, a pesar de reconocer que en mercados maduros, como el español, y con "presión sobre la cuenta de resultado, tiene sentido una fusión desde el punto de vista industrial, para ganar escala y rentabilidad", pero ha insistido en que no están por la labor. Eso sí, ha reconocido que ven con "cierta normalidad" que todos les incluyan en las quinielas.

La oportunidad de la digitalización

Por otro lado, Jaume Guardiola ha reconocido que el confinamiento ha acelerado la digitalización de la clientela y que el banco quiere aprovechar la oportunidad que esto supone para reducir los costes, con el objetivo de que las oficinas se dediquen únicamente al asesoramiento y la venta de productos, y que el resto de la operativa se haga en remoto.

Así, este trasvase de clientes ha permitido a la entidad acelerar el cierre de oficinas que tenía previsto y, frente a las 140 que iba a suprimir inicialmente este ejercicio, finalmente serán 230 las clausuras.

Preguntado por si los ajustes llegarán también a la plantilla, Guardiola ha recordado que hasta este momento el banco ha logrado esquivar los recortes al trasladar al personal de las oficinas cerradas a realizar otras tareas internas, que antes tenían externalizadas. Sin embargo, ha reconocido que "está por ver" qué harán en la segunda mitad del año. "Lo iremos determinando", ha apuntado, dejando la puerta abierta a posibles recortes.

Por otro lado, el Sabadell ha señalado que será en el segundo y tercer trimestre del próximo año cuando se produzca el pico máximo de morosidad que se prevé en esta crisis, ya que es cuando finalizan las moratorias hipotecarias que se han concedido. "Entonces veremos si han funcionado, si se ha logrado mantener el empleo y se normalizan los pagos", ha explicado.

Por último, Tomás Varela ha confirmado que ya tiene el visto bueno del BCE para finalizar la venta de su promotora SDIN a OakTree por 882 millones de euros