Fomentar el trabajo a tiempo parcial y la corresponsabilidad entre hombres y mujeres en los permisos para cuidar de menores o mayores, así como apostar por el teletrabajo son algunas de las medidas que desde el Comité Económico y Social (CES) y la Confederación Empresarial de la Comunitat Valenciana (CEV) han planteado para favorecer la conciliación y racionalizar los horarios. El presidente del CES, Carlos Luis Alfonso Mellado, y la presidenta de la Comisión de Relaciones Laborales de la CEV, Carmen Pleite, han comparecido este jueves en la comisión de las Cortes sobre los usos de tiempo para impulsar políticas concretas de racionalización de los horarios.

El representantes del CES ha hecho hincapié en que en España se prima la presencialidad en el puesto de trabajo, con largas jornadas con una distribución de horarios "bastante irracional", cuando se debería apostar por políticas de resultados: "No importan las horas trabajadas, sino los resultados: eso es lo que hay que incentivar", informa Europa Press.

Además, ha advertido que los "tiempos exagerados de presencialidad" pueden provocar la desincentivación de los trabajadores y la bajada de la productividad.

Flexibilizar horarios

Otras de las propuestas que ha lanzado han sido la conveniencia de flexibilizar horarios de entrada y salida, incentivar la corresponsabilidad entre hombres y mujeres en lo que se refiere al disfrute de permisos, evitar la prolongación de la jornada laboral y fomentar los contratos a tiempo parcial "con una retribución digna".

Asimismo, se ha referido al teletrabajo, que ha calificado como "el gran descubrimiento" de la pandemia, y ha reconocido que ofrece muchas posibilidades pero también "abusos", por lo que ha instado a apostar por un teletrabajo "controlado, que garantice horarios y también el derecho a la desconexión".

Desde la CEV, Carmen Pleite ha destacado la necesidad de fomentar el uso de los contratos a tiempo parcial, cuyo uso "es muy bajo en España en contraste con el resto de Europa", eliminando la rigidez legal. Ha incidido en que no debe verse "como un chanchullo de las empresas" para cotizar menos, sino como "una herramienta para que los trabajadores puedan conciliar" de forma voluntaria.Además, ha indicado que se debe fomentar que las reducciones de jornada no solo sean asumidas por mujeres, sino que la corresponsabilidad se aplique a esta cuestión y, por ejemplo, se puedan plantear incentivos para los hombres que se reduzcan la jornada para cuidar de menores o dependientes.

La responsable de la CEV ha afirmado que reducir la jornada laboral a cuatro días es "prácticamente inviable" y en todo caso "no debería suponer que la empresa perdiera productividad".

Respecto al teletrabajo, ha señalado que "ha venido para quedarse" y ha apuntado a la posibilidad de llegar a un modelo "híbrido" de teletrabajo y presencialidad de manera que "no se pierde esa sensación de pertenencia a la empresa" y ha subrayado la importancia del derecho de desconexión.

Su regulación debe llevarse a cabo, ha dicho, "en el ámbito más cercano a las empresas, mediante convenio o pacto colectivo, y con las medidas adecuadas que permitan disfrutar de dicha conciliación al trabajador solicitante, faciliten la misma sin sufrir un menoscabo en la organización del trabajo ni en la productividad de la empresa y no afecten negativamente al resto de trabajadores de la empresa".

Por su parte, la secretaria Institucional y de Igualdad de CC OO-PV, Cloti Iborra, ha planteado la reducción de la jornada laboral en cómputo semanal y anual "sin reducir salario", la flexibilidad de entrada y salida al trabajo o un banco anual de horas que podrían usarse para tareas derivadas del cuidado de la familia.

También ha hecho hincapié en que se arrastra un modelo "que no ha superado la división sexual del trabajo, en el que las políticas de conciliación se han diseñado para el uso y disfrute de las mujeres" cuando "la sostenibilidad de la especie humana "es una responsabilidad pública y colectiva".

Asimismo, Iborra ha criticado la liberalización de horarios comerciales y ha advertido que "abrir festivos y domingos no ha generado más empleos".

La presidenta del sindicato CSIF en la Comunitat Valenciana, Alicia Torres, ha comenzado su intervención alertando de que en la situación actual se necesitan "más que nunca políticas de conciliación y corresponsabilidad" por parte de los poderes públicos: "No es momento de recortar derechos".

Teletrabajo

Asimismo, ha abogado por desarrollar el teletrabajo con un marco jurídico general y estable "con criterios homogéneos, seguridad y certeza", y también ha reclamado la recuperación de la jornada de 35 horas semanales para los empleados públicos que "desapareció" en 2012.

La racionalización de horarios, ha subrayado, mejora el estado del ánimo, la motivación, la productividad, ahorra costes energéticos a las empresas y reduce la siniestralidad, ha destacado.

Rafael Reig, de Intersindical Valenciana, ha defendido cinco medidas para conseguir la racionalización: reducción de la jornada laboral, flexibilidad horaria, fomento del teletrabajo, reducción de horarios comerciales y jornada continua.

Según ha dicho, "ninguna de ellas por sí sola aporta una solución global", sino que debe darse una combinación, aplicándolas a los ámbitos concretos. A su juicio, el teletrabajo no es "la panacea" para la conciliación, pero si se implementa con cierta flexibilidad sí puede ser útil.

Por su parte, Gemma Fabregat, doctora y profesora de Derecho del Trabajo, ha recordado que las estadísticas indican que en España hay "mucha presencialidad y poca productividad" y ha resaltado que si la pandemia ha tenido "algo no tan malo" es que "la mayoría del empresariado se ha dado cuenta de que se puede teletrabajar" cuando antes muchos no estaban a favor, aunque se dijera "de cara a la galería".