El calendario de la Institución Ferial Alicantina (IFA) puede cerrar el año 2020 casi en blanco, sin la celebración, como consecuencia de la pandemia, de los principales certámenes y eventos que suele registrar. Una situación que, si no se revierte, arrastraría a la entidad a una situación económica muy complicada. Si en el primer semestre del año la suspensión de cuatro certámenes y otros tantos eventos le supuso dejar de ingresar un millón de euros, transcurrido el tiempo, y con la aceleración de los rebrotes del virus, se han vuelto a cancelar de cara al otoño, principalmente en septiembre y octubre, seis ferias, además de varios eventos. En total, suman 14 actos que iba a acoger el recinto ferial durante los próximos fines de semana hasta diciembre, según el calendario inicial. Y la suspensión de los mismos ha provocado que la institución se encuentre en una situación similar a la de antes del verano, es decir, vuelve a quedarse sin ingresar, en este caso, alrededor de 750.000 euros por las cancelaciones de ferias.
A la vuelta de agosto, los ejecutivos de IFA se reunieron con los representantes de los sectores para tomar una decisión sobre la organización de los certámenes que quedaban por desarrollarse. La opinión unánime fue la de suspenderlos, dada la evolución negativa que estaba experimentando el coronavirus con nuevos rebrotes y la incertidumbre que volvía a generarse.
Al igual que ocurre con algunos de los eventos de la primavera, en el cuarto trimestre del año, tradicionalmente, se celebran certámenes muy importantes y que suponen una destacada afluencia de visitantes, como Firahogar, Firamaco, Kids and Co, Firauto Expocar y Sobre2ruedas.
Trabajadores en ERTE
Ferias que, precisamente, son las que se acaban de suspender, además de Alicante Gastronómica, cuya celebración, prevista en abril, se retrasó a septiembre. Finalmente, tampoco se celebrará. Desde que se decretó el estado de alarma hasta la fecha, los 24 trabajadores de la plantilla de IFA siguen incluidos en un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), dada la falta de actividad del recinto. Este verano, cuando aún no se vislumbraban los actuales efectos de los rebrotes, la dirección pensaba que se podría recuperar a parte de los trabajadores para la celebración de ferias.
No obstante, la realidad ha acabado con esas previsiones. De hecho, aun cuando todavía no se preveía la evolución actual de la crisis, el Consell inició ya en julio los trámites para que parte de la subvención que recibe IFA para inversiones se destinase a gasto corriente.
Dividir la ayuda del Consell
Es una tramitación larga, pero suponen unos 800.000 euros que ayudarán a la institución a paliar las pérdidas generadas por la crisis del covid-19 en un ejercicio que se plantea complejo. Los 200.000 euros restantes de la subvención para inversiones que anualmente recibe IFA se destinarán a realizar las reformas más acuciantes. Con toda probabilidad, la pandemia vendrá a romper con la mejoría económica que inició IFA el pasado año en que consiguió casi el equilibrio presupuestario, al registrar unas pérdidas de solo 1.850 euros. Una situación histórica, si se tiene en cuenta que, en el año 2016, la actual cúpula directiva de IFA cerró su primer ejercicio con 976.000 euros en negativo.
