El director general de Economía y Estadística del Banco de España, Óscar Arce, ha considerado este lunes que "no hay suficientes incentivos para permanecer en el mercado laboral más allá de los 65 años".

En un acto organizado por la Fundación Edad & Vida, Arce ha explicado que la mejora del sistema de pensiones pasa por una mejora del empleo y por realizar cambios que reduzcan los gastos, como retardar las jubilaciones, e incrementar ingresos, estudiando, por ejemplo, algunas figuras impositivas.

A juicio de Arce, retrasar la edad de jubilación es un "mecanismo muy potente para equilibrar ingresos y gastos del sistema", ya que, según la AIReF, cada año de retraso de la edad efectiva de retiro reduciría el gasto en pensiones en 2048 entre 0,4 y 1,2 porcentuales de PIB.

No obstante, la reforma de pensiones de 2011, que elevó de forma paulatina esta edad de jubilación hasta alcanzar los 67 años en 2027, tiene aún "un impacto limitado", ya que la edad efectiva se sitúa en los 64,5 años respecto a los 65,8 años de la edad legal.

Ha recordado además que varios países de la UE han ligado la edad de jubilación a la esperanza de vida, como Italia, Portugal, Dinamarca o Finlandia.

Por otro lado, ha planteado la posibilidad de alargar los años considerados para el cálculo de la base reguladora, lo que provocaría, en general, una reducción de la pensión media, y situaría a España en línea con otros países del entorno como Finlandia, Polonia, Portugal o Suecia.

Arce ha planteado la opción de eliminar el tope máximo de cotización, lo que tendría un potencial recaudatorio alto, pero podría afectar negativamente a la demanda de trabajo y generar un aumento del gasto de pensiones a futuro, de elevarse conjuntamente el tope a la pensión máxima.

Dado que tocar las cotizaciones sociales no parece positivo ya que están por encima de la media de la UE, Arce ha explicado que un incremento impositivo puede ser una alternativa, si bien afectaría a toda la población, incluyendo a los propios pensionistas e implicaría cambios en el carácter contributivo del sistema de pensiones.

Respecto al papel del ahorro privado, ha explicado que en España aún hay margen para incentivar los planes de pensiones, en tanto que ha abogado por favorecer el desarrollo de productos financieros responsables y competitivos que aporten una opción para que los mayores puedan utilizar su riqueza inmobiliaria para acceder a activos financieros líquidos en condiciones atractivas y seguras.

Se ha referido de este modo a las figuras de la "hipoteca inversa y a las ventas de nuda propiedad".

Sobre los modelos de "cuentas nocionales", por el que cada trabajador va cotizando a un fondo personal al que se sumaría el rendimiento neto de ese dinero acumulado, Arce ha señalado que proporciona una relación más estrecha entre cotizaciones y pensiones.

Asimismo, aumenta la transparencia en la determinación de los derechos de pensión y favorece la toma de decisiones prudentes por parte de los individuos.

Sin embargo, no elimina "per se" la disyuntiva entre la suficiencia y los recursos disponibles del sistema público de pensiones, ni la incertidumbre asociada a las variaciones de las rentabilidades (nocionales) esperadas del sistema.