CaixaBank se convertirá en el primer banco de España a principios de 2021 tras las adquisiciones de los últimos años y la próxima absorción de Bankia, con lo que el grupo pasará a integrar a casi una veintena de entidades que recibieron más de 31.000 millones en ayudas públicas en la última década.

Para ser exactos, 31.149 millones de euros, según los datos recopilados por la Agencia Efe, entre los que se incluyen los 22.424 millones de Bankia y su matriz BFA, pero también 6.103 millones del Banco de Valencia, 1.645 millones de BMN o 977 millones de Banca Cívica.

Tras el estallido de la crisis financiera en España, La Caixa aprovechó su posición financiera para ir ganando tamaño a base de adquisiciones como la de Caixa Girona en 2010 o Bankpime en 2011.

En paralelo, a finales de 2010 Caja Madrid y Bancaja, junto con La Caja de Canarias, Caja Ávila, Caja Segovia, Caja Rioja y Caixa Laietana crearon el grupo BFA con una ayuda pública de 4.465 millones; en 2011 constituyeron Bankia, la filial que salió a Bolsa.

Un año más tarde, tras el relevo en la presidencia de Bankia, el nuevo equipo liderado por José Ignacio Goirigolzarri pidió que esa ayuda se convirtiera en capital y reclamó una inyección adicional de 17.959 millones, lo que elevó el rescate a 22.424 millones.

De esa cantidad, 11.804 millones correspondieron a BFA y los 10.620 millones restantes directamente A Bankia, de los que se han recuperado 3.303 millones: 2.122 millones con la venta de acciones de la entidad y 1.180 millones a través del pago de dividendos.

Además, el FROB apunta como recuperados 346 millones en intereses y comisiones por la ayuda inicial que concedió al grupo.

Al margen de Bankia, en la misma época surgieron otros grupos de la unión de varias entidades, entre ellos Banca Cívica, con Caja Navarra, Cajasol, CajaCanarias y Caja de Burgos; y también BMN, en su origen Banco Mare Nostrum, con Caja Murcia, Caja Granada y la balear Sa Nostra, e inicialmente también a Caixa Penedès.

Banca Cívica recibió en el momento de su creación una ayuda pública de 977 millones, salió a Bolsa en 2011 y poco después fue adquirida por CaixaBank, que decidió devolver esos fondos, por los que el Estado ya había sumado 165 millones en intereses.

Esa fue una de las primeras adquisiciones significativas de CaixaBank, que ya se había hecho con Caixa Girona y con Bankpime, sin embargo el grupo de origen catalán siguió creciendo con la compra de otras entidades, como por ejemplo el Banco de Valencia.

El Banco de España había intervenido esta entidad a finales de 2011 y, a través de distintas operaciones, el Estado inyectó en total 5.498 millones para reforzar su capital antes de ser vendida a CaixaBank por el precio simbólico de un euro y concederle una serie de garantías que hasta el momento han costado 605 millones más.

Por eso las ayudas públicas que acumula el Banco de Valencia se elevan a 6.103 millones de euros.

En el caso de BMN, el grupo recibió en total una ayuda de 1.645 millones de euros, acabó siendo nacionalizado primero e integrado después en Bankia, con lo que este grupo pasó a contar en 2018 con el negocio de diez cajas, tres entidades más que en su origen.

Antes de eso, CaixaBank había culminado la absorción del negocio minorista de Barclays en España en 2015, que se sumaban a la absorción previa de Caixa Girona, Bankpime, Banca Cívica y Banco de Valencia; en total había sumado el negocio de nueve entidades.

Sin embargo, el gran salto está aún por llegar y se producirá cuando culmine la integración de Bankia, que aportará el negocio que en su día crearon diez cajas de ahorros, con lo que el nuevo CaixaBank aglutinará a casi una veintena de entidades que a lo largo de la última década recibieron más de 31.000 millones de ayudas.