El consejero delegado de BBVA, Onur Genç, ha reconocido que podría haber oportunidades para crecer en España mediante una operación corporativa, pero la entidad debe analizar si generan sinergias y valor para sus grupos de interés, al tiempo que ha comunicado la intención de reanudar el pago de dividendos cuando el BCE levante el veto en 2021.

«Si podemos encontrar un punto favorable, haremos un trato. Si no podemos encontrarlo, estamos extremadamente cómodos donde estamos. Tenemos potencial para crecer. Esta posición no es diferente de lo que dije hace tres meses y es la misma para cada geografía», señaló ayer en una conferencia organizada por Bank of America.

El directivo reiteró que BBVA siempre analiza oportunidades para crear valor, tanto en España como en otras geografías. «En España puede haber oportunidades, puede haber sinergias, tenemos que mirar la creación de valor», indicó. En este sentido, Genç explicó que se debe tener en cuenta si con una operación se genera valor para los grupos de interés, después de analizar el coste de financiarla o el riesgo derivado de ella. «Ese es nuestro foco, no solo para España, para todas las geografías»

El consejero delegado también dijo durante su presentación que la intención de BBVA es reanudar el pago de dividendos a partir de 2021, una vez que se elimine la recomendación existente por parte del supervisor y se disipen las incertidumbres por el covid-19.

En cuanto a si se refiere a un dividendo con cargo al resultado de 2020 o al de 2021, Genç señaló que dependerá de las directrices del regulador. «Nuestro objetivo es, tan pronto como se levante la restricción, pagar en dos tramos, en uno y en el otro. Nuestra expectativa es que la restricción del supervisor se levantará para pagar en 2021 y comenzaremos los primeros pagos en 2021», explicó. En cualquier caso, el grupo evaluará la mejor manera de remunerar a los accionistas, incluyendo no solo dividendos, sino también una posible recompra de acciones.

Aunque no quiso hablar de cifras, recordó que la política de BBVA es repartir entre el 35% y el 40% de sus ganancias en dividendos. «No queremos alejarnos de la política, seguirá intacta, pero en combinación o explorando las oportunidades de recompra».