El peso del turismo y la industria va a diluir la implantación del teletrabajo en la provincia. Los sectores que configuran la base de la economía alicantina, entre los que también se incluyen el comercio y la construcción, requieren de una elevada presencialidad, de ahí que solo los departamentos administrativos puedan ser susceptibles de acogerse a la regulación aprobada por el Gobierno. En este contexto, el sector terciario o de los servicios se perfila como el único en el que el empleo a distancia puede alcanzar una mayor dimensión.

El Gobierno, tras el acuerdo logrado con los agentes sociales, aprobaba el pasado martes el decreto ley que va a regular el teletrabajo. Se trata de una medida que ha venido impuesta por la pandemia del coronavirus, a raíz de que el confinamiento obligara a muchos empleados a trabajar desde sus casas. Entre las normas que se incluyen figuran que el empleo a distancia será voluntario y reversible, que será considerado como tal cuando suponga un mínimo del 30% de la jornada, y que la empresa deberá correr con los gastos relacionados con los equipos, herramientas y medios vinculados al desarrollo de la actividad.

Con todo, la implantación del teletrabajo en la provincia de Alicante va a ser mucho menor que en otras regiones de España, debido a las características de los sectores que configuran su base económica. Así lo señala el presidente de CEV Alicante, Perfecto Palacio, quien subraya que «contamos con sectores empresariales, como el turismo, la industria, el comercio o la construcción, que requieren de una gran presencialidad. Por tanto, es imposible que el teletrabajo adquiera proporciones significativas. Si ahora ha tenido una mayor relevancia, ha sido por los condicionantes de la crisis sanitaria, pero la gente, en líneas generales, irá regresando a sus puestos de trabajo conforme avancemos hacia la normalidad. Además, se trata de una modalidad de trabajo que puede salir cara a las empresas». Palacio, en cualquier caso, valora de forma positiva que haya sido posible alcanzar un acuerdo para la regulación, «y que se haya tenido en cuenta que la negociación colectiva debe ser la base para acordar si se aplica el teletrabajo y en qué condiciones», añade.

El presidente de la Cámara de Comercio de Alicante, Juan Riera, señala, por su parte, que «no está claro que el teletrabajo pueda interesar o no a las empresas. Hay cuestiones como los costes o las dificultades para controlar los horarios que juegan en contra, aunque, por otro lado, también hay ventajas como evitar desplazamientos, la conciliación familiar o la aceleración que puede suponer para la digitalización de las empresas. Está claro que el teletrabajo ha venido para quedarse, pero no sabemos todavía en qué medida».

Es más, los representantes de los sectores refuerzan la idea de que el empleo a distancia no adquirirá dimensiones significativas en la provincia. El presidente de la patronal hotelera Hosbec, Toni Mayor, no tiene dudas a la hora de señalar que, «en nuestro caso, será residual, porque estamos en un sector en el que el trato personal con el cliente es fundamental». Lo mismo sucede en la construcción. El presidente de los promotores de vivienda (Provia), Antonio Fernández, destaca que «la aplicación entre nuestros empleados va a ser totalmente marginal».

Pepe Serna, presidente de la Asociación de Empresarios Textiles de la Comunidad Valenciana (Ateval), indica, mientras tanto, que «es importante tener una regulación, porque de esta forma ya sabemos a qué atenernos. De cualquier forma, el textil está basado en las cadenas de producción, por lo que el teletrabajo solo es aplicable a temas administrativos».

En parecidos términos se expresa Cristina Miró, secretaria técnica de la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes, quien señala que «en nuestra industria sólo gastan el teletrabajo las grandes multinacionales. En el resto sería solo para actividades concretas, porque incluso para la parte comercial se requiere presencialidad». El secretario general del metal (Fempa), Luis Rodríguez, subraya que «en nuestras empresas la presencialidad es vital, aunque hay algunos puestos administrativos que sí podrían acogerse, implicando al mismo tiempo avances en digitalización».

El único sector en el que el teletrabajo tendrá mayor peso es en el terciario o de servicios, en cuestiones como consultorías, comunicación o administración. Aún así, el presidente de Terciario Avanzado, Javier Reina, comenta respecto a la regulación que «es un documento precipitado que carga a las empresas de sobrecostes y al que le faltan flecos».