En pleno debate político sobre la gestión de la pandemia y de la llegada de los fondos europeos para combatir su impacto, el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, introdujo hace unos días otro debate también polémico y que divide a la sociedad, como es el de las pensiones. La mención de la posible reforma del sistema y el endurecimiento de las jubilaciones anticipadas sorprendía en medio de la preocupación por la pandemia. Pero los expertos ya vienen vaticinando que estos cambios serían una de las condiciones que va a imponer Europa a España para poder acceder a los fondos «anticovid».

Y si el debate está servido entre los grupos políticos y en la sociedad, entre las personas que cobran pensiones mínimas (una media de 639,18 euros al mes) o están próximas a la jubilación, la inquietud es máxima. En la provincia, hay en estos momentos 93.637 personas que cobran la prestación mínima, con datos de agosto. Una cifra que supone el 29% del total de los 322.738 perceptores alicantinos, lo que supone tres de cada diez. Además, la cuantía que reciben tiene que ser complementada por el Gobierno porque sus cotizaciones son insuficientes. No les permiten llegar al mínimo: 7.638,00 euros al año, en el caso de no tener cónyuge a cargo, o de 8.909,00 euros al año, en el de tener al cónyuge a su cargo, que son los límites establecidos para 2020.

Las jubilaciones mínimas

Es en estos casos cuando el Gobierno completa la cuantía, partiendo de la pensión que cada perceptor tiene y añadiéndole el plus para cobrar la mínima. La media del denominado importe de complementos a mínimos este año es de 221,31 euros, según datos de la Seguridad Social.

Entre estos 93.637 pensionistas se encuentran tanto los perceptores de las prestaciones de incapacidad permanente; de viudedad; de favor de familiares; de orfandad y de jubilación. Y estas últimas son las más numerosas, ya que suman 56.393. Un total de jubilados con cuantías mínimas que ha aumentado con respecto a los 51.586 que se encontraban en esta situación en agosto de 2008, cuando se inició la anterior gran crisis. Una evolución al alza que también se ha registrado entre los pensionistas, en general, que cobran la cuantía mínima, ya que de los 85.395 perceptores de hace doce años se ha pasado a los 93.637 actuales. Es decir, 8.242 más.

Pensiones en Alicante

El importante aumento del número de personas que no alcanzan las cotizaciones mínimas y han cobrado bajos salarios durante su vida laboral tiene su origen en el gran impacto que la última crisis inmobiliaria y financiera causó en el empleo. «La expulsión del mercado laboral de personas de entre 50 y 59 años en la anterior crisis ha provocado una laguna importante en el periodo de sus cotizaciones. Y muchos que se ven cercanos a la edad de retiro y siguen sin encontrar trabajo se ven forzados a jubilarse de forma anticipada o acudir a la mínima», argumenta la secretaria territorial de UGT en l'Alacantí, Yaissel Sánchez. Desde CC OO también entienden que muchas personas que toman esta opción es porque «la ven como una forma de compensar la carencia de medios vitales que le supone el subsidio para mayores de 52 años. Son cuantías bajas (537,84 euros al mes) que no te permiten vivir, por lo que prefieren anticipar la edad de jubilación antes que esperar a la edad ordinaria», apunta Consuelo Navarro, secretaria general del sindicato en l'Alacantí.

Este es uno de los efectos de la reforma de las pensiones de 2013, que aprobó el Gobierno de Rajoy, y que los sindicatos piden que se derogue. UGT y CC OO plantean que «para mejorar las pensiones hay que reformar el mercado laboral, con salarios dignos y empleo estable, para no tener pensiones precarias», coincidían los sindicatos. La pensión media en la provincia de Alicante se sitúa en 876,63 euros mensuales, por debajo de la media nacional y autonómica.

LA PROVINCIA TIENE PARADAS A 22.143 PERSONAS CON MÁS DE 59 AÑOS


Los alicantinos sin trabajo con una edad cercana a los 60 años solo eran 7.826 al inicio de la anterior recesión


Los Servicios Públicos de Empleo tienen registrados en la provincia a 22.143 personas sin trabajo que son mayores de 59 años, de las que el 58,4% (12.942) son mujeres y el 41,5% restante (9.201) son hombres, según los datos del mes de agosto facilitados por UGT en l'Alacantí.

Estas cifras, que son elevadas, dan una idea de cómo aún el mercado laboral alicantino arrastra el impacto de la crisis de 2008. Doce años después. Y los efectos quedan más evidenciados si se compara la cifra actual con la que se registraba en las listas del paro de 2008, cuando las garras de aquella gran crisis aún no habían causado estragos en el mercado laboral.

En agosto de 2008, Alicante solo tenía a 7.826 parados con más de 59 años, según los datos de Labora (antiguo Servef). Y, con relación al pasado año, la cifra también ha crecido, al pasar de los 19.377 desempleados con esta edad a los 22.143 actuales. Para los sindicatos, el aumento de los parados de larga duración de más edad es la consecuencia de la falta de oportunidades que crea el mercado laboral para estas personas, que en su día fueron despedidas del trabajo «y que por la edad, ahora, no lo encuentran», según subraya Yaissel Sánchez, secretaria territorial de UGT en l'Alacantí.

Para la sindicalista, en este momento los únicos ingresos que pueden obtener estos desempleados son los procedentes de las administraciones públicas, «a través de subsidios, ayudas o fomento de la contratación de personas mayores», añade la dirigente sindical.

Para los sindicatos, «estas personas que han tenido una larga vida laboral pueden ser contratadas en las empresas porque aportan profesionalidad y experiencia y pueden ayudar a introducirse en el trabajo a las nuevas generaciones», señala Yaissel Sánchez.