Con la sanidad vegetal no se juega. Así lo entiende el Gobierno de España, a través del propio ministro de Agricultura, Luis Planas, quien cuestiona la actitud y sentido de responsabilidad de la consellera del ramo, la ilicitana Mireia Mollà, después de que anunciase este pasado verano «el último caso» de una detección de la bacteria Xylella fastidiosa en una partida de material vegetal de un barco atracado en el Puerto de Castellón y procedente de Estados Unidos, lo que desató la alarma en el sector agrario, de la propia Administración central e incluso de la Unión Europea.

La Xylella fastidiosa está arrasando cultivos leñosos, sobre todo almendros, en comarcas del sur de la Comunidad Valenciana y en los últimos años azota parte del olivar de Mallorca, así como de países con cultivos mediterráneos como Italia y Francia. Un total de 78 municipios de la Comunidad Valenciana, principalmente en la provincia de Alicante, están afectados total o parcialmente por la plaga, según la última actualización de la Conselleria de Agricultura.

La Administración autonómica obliga a hacer tratamientos insecticidas contra los transmisores de Xylella, y contra las plantas que puedan albergar estos vectores en un radio como mínimo de 100 metros alrededor del material declarado infectado. Además, exige destruir in situ, en un plazo máximo de 15 días, todo el material vegetal infectado o con sospecha de estarlo. Además, Bruselas también interviene y, por eso, el Ministerio de Agricultura se ha visto obligado a entrar en el asunto tras el anuncio de la consellera Mollà relativo a las mercancías transportadas por un buque con escala en el Puerto de la ciudad de la Plana. El problema, según advierte Planas en una carta remitida a la consellera, con fecha del pasado 22 de julio de 2020, es que la Administración central no tiene ninguna constancia de que se detectara la presencia de la plaga en Castellón. «Ni el Ministerio ni tus propios servicios han tenido constancia alguna y hemos sido preguntados desde la Comisión Europea, teniéndolo que desmentir ante la ausencia de constancia oficial», explica Planas en su misiva a la consellera Mollà. Planas no oculta su profundo malestar al comentar: «Me sorprende esta forma de proceder, sobre todo tratándose de una materia tan sensible como la sanidad vegetal», explica el ministro.

La última detección «oficial» de la bacteria que causa la enfermedad conocida como el «ébola de los olivos» en Castellón se produjo hace más de dos años y no este verano, tal como anunció la máxima responsable agraria del Consell a través de una nota de prensa, aunque sin el registro de los servicios técnicos de la Conselleria, tal como indica el ministro Planas.

El ministro llama la atención a Mollà al indicar en esa carta de 22 de julio sobre una asunto que preocupa, «como las discrepancias que constatamos -según puntualiza Planas- entre la información que recoges en tus cartas (en referencia a la consellera) e incluso en tus comunicados y la que nos llega oficialmente de tus servicios».

Mollá aprovechó su anuncio de Xylella en Castelló para reclamar la intensificación de los controles de las importaciones de material vegetal y plantas ante la actual normativa europea. En su opinión, «se corre el riesgo de convertir los puertos europeos en un coladero para la entrada de nuevas plagas», advirtió la titular del departamento agrario de la administración autonómica.