Esta callosina (Callosa de Segura), también criada en Cartagena y estudiante en Madrid de Derecho y Económicas en ICADE, a sus 51 años lleva las riendas desde hace doce del Parque Científico de la Universidad Miguel Hernández, de Elche. Es decir, Tonia Salinas está desde los 39 al frente de un ecosistema de innovación y emprendimiento que, ahora, cuenta con una media anual de 40 empresas instaladas, más otras 80 que operan alrededor del parque y los 15 ó 20 «partners» (compañías colaboradoras) que apoyan el desarrollo de este enclave innovador. Y una de las firmas nacidas en esta especie de incubadora de firmas emprendedoras y tecnológicas, surgidas de la UMH, creadas por alumnos que han pasado por sus aulas , se encuentra una de las que más visibilidad proyecta: PLD Space, una «startup» del sector aeroespacial que diseña, desarrolla y gestiona el lanzamiento de vehículos espaciales.

Probablemente, la trayectoria de esta «startup» pueda asociarse a la seguida profesionalmente por la propia Salinas. Tras salir de la Universidad Pontificia de Comillas, de Madrid, sería una pequeña «joyita en bruto» con mucho potencial que pulió y encaminó la consultora multinacional Ernst & Young. Su primer trabajo profesional. Y tras, otra experiencia laboral o «aventura», como ella llama a sus momentos profesionales, su energía; su capacidad de trabajo; de saber transmitir sus conocimientos y de convencer al percibirse que sabe y se cree lo que expresa; además de su innata actitud de líder; hicieron el resto para que Salinas comandara hoy un enclave innovador, donde el gran reto es transmitir toda esa investigación y desarrollo al mundo de la empresa.

Tras su paso por Madrid, Tonia Salinas se reencontró con su provincia hace 20 años, cuando después de siete años trabajando en la consultora internacional Ernst & Young, como técnico de desarrollo de negocio, sus ciclos vital y familiar -ya estaba casada y tenía dos hijos- le pedían un cambio de espacio. Su marido y ella eligieron Alicante. Tonia Salinas llegó sin trabajo, al contrario que su pareja, que ya llevaba en la maleta un contrato como experto informático para una firma alicantina.

Pero Salinas no tardó tiempo en formar parte del equipo de la consultora ilicitana Gesem, que puso en marcha una nueva línea de negocio enfocada en el tema de fusiones y adquisiciones empresariales. «Ellos me dieron la primera oportunidad laboral en Elche», destaca. Aquí también trabajó durante siete años y, como ella dice, «parece que mis ciclos vitales y profesionales son de siete años». Pero se equivoca. En el Parque Científico de la UMH lleva doce. Además, desconocía que su vida, que está llena de retos, porque le atraen los desafíos, como un imán, le depararía la sorpresa de que uno de los proyectos que desarrolló en Gesem le iba a encaminar hacia el ecosistema de emprendimiento que hoy dirige. La UMH encargó a la consultora un proyecto para implantar lo que en el futuro adquiriría la forma del Parque Científico de esta universidad. Con el tiempo, una vez puesto en marcha y publicitados los puestos, se presentó a la selección, entregó su currículum y resultó elegida.

Aunque su gran querencia es su familia, sus hijos y su marido, su dedicación profesional es otro pilar de su vida. De hecho, dice que aún le queda un reto por cumplir. «Tengo que terminar mi proyecto vital y profesional en el Parque Científico de la UMH. Le falta una última vuelta de tuerca», dice. Un último impulso para que toda la parte del emprendimiento y de la creación del ecosistema generado cristalice en el intercambio de conocimiento a las empresas, para que puedan avanzar y ser más competitivas, sobre todo las pymes. Salinas cuenta que cuando empezó en el parque, la transferencia al mundo empresarial iba a ser el inicio. «Pero entonces, con aquella crisis que empezó en 2008, los empresarios no podían escuchar lo que queríamos trasladarles porque había prioridades». Entonces, le dieron la vuelta al proyecto y empezaron por el emprendimiento. Entiende que ahora es el momento de lo que pretendían entonces. De hecho, tienen varios planes en marcha. «Quizá es, ahora, el tiempo por la madurez profesional y porque podemos generar mayor impacto; y es cuando más se puede beneficiar la sociedad de tu trabajo o de tu profesionalidad», explica. Durante un tiempo, combinó la dirección del parque con la Asociación de Empresarias, Profesionales y Directivas de la provincia de Alicante (Aepa), de 2013 a 2016, dándole un impulso a la entidad, que después ha ganado visibilidad.

Dice que no le interesa dar el salto a la política. Le gusta lo que hace.

Ha conciliado la vida familiar y profesional «con ayuda». Lo dice bien alto y con reconocimiento hacia la persona que le ayuda en casa. Si se le pone ante un auditorio, no parará de hablar, sin papeles, de lo que sabe: la innovación, la empresa y la investigación. Y mezclará el anglicismo «partner» con la expresión «se juntaron el hambre con las ganas de comer». Es cercana en el trato y solo se desestresa con su familia, con sus amigos y leyendo los fines de semana.