La firma ilicitana Oscillum ha sido seleccionada entre los semifinalistas del Premio Everis España 2020 al emprendimiento, que convoca la fundación homónima cada año. La compañía ha desarrollado unas etiquetas inteligentes que alertan del estado de descomposición de la comida mediante el cambio de color, con el objetivo de evitar el malgasto de alimentos. Una iniciativa que ha destacado entre las 700 propuestas que se han presentado a la convocatoria.

El jurado en España ha estado compuesto por referentes del ecosistema emprendedor y por directivos de las principales empresas relacionadas con las tres categorías del Premio: Tecnologías Industriales, Biotecnología y Salud, así como Economía Digital.

El proyecto

Oscillum es una empresa de biotecnología que desarrolla sensores con diversas aplicaciones dentro de la industria agroalimentaria. Uno de sus propósitos es luchar contra el malgasto de alimentos que genera un gran impacto tanto económico como medioambiental.

Según fuentes de la FAO y WFP se estima que cada año 1.300 millones de toneladas de comida acaban en la basura, casi un tercio de la producción total, siendo en España cerca de 8 millones de toneladas de comida donde los alimentos más desperdiciados son vegetales (50%), pescado (35%), cereales (30%) y carne (20%) (2018). Esto supone una pérdida general de unos 600.000 millones de euros, además de que implica más de 3.500 millones de toneladas de equivalente de gases de efecto invernadero liberados a la atmósfera por año.

Según datos de la Comisión Europea, el sector donde más se desperdician alimentos son los hogares, que son responsables de más del 50% del malgasto, debido en gran medida a los métodos para calcular las fechas de caducidad y consumo preferente.

Actualmente, Oscillum ha desarrollado Smart Label, unas etiquetas inteligentes que son capaces de alertar del estado del alimento mediante un cambio de color. Su tecnología está basada en polímeros biodegradables y sensores químicos para conseguir la detección de los compuestos que se generan durante la degradación de los alimentos. Han desarrollado un prototipo funcional para carnes y pescados, y actualmente trabajan para productos lácteos y otros productos frescos y elaborados.