La mayor constructora con sede en la provincia, CHM, vuelve a tener a un Martínez Berna en el sillón de la presidencia. En concreto, Francisco Javier Martínez Berna ocupa desde el pasado 28 de septiembre este puesto, tras el regreso a la Administración pública de Vicente Vilanova, el ejecutivo externo que la familia propietaria de la compañía contrató en enero de 2017 para hacerse cargo de las riendas de la empresa, después de que el entonces máximo responsable de la firma, Rafael Martínez Berna, decidiera dar un paso atrás para no perjudicar la imagen de la firma por su relación con el caso Gürtel.

Así lo recogía ayer el Boletín Oficial del Registro Mercantil (Borme), que también daba cuenta del cese como consejero del directivo. Según las fuentes consultadas, el cambio se produce ante la decisión de Vilanova de regresar al Ministerio de Fomento, donde el también ingeniero llegó a ocupar la Subdirección General de Conservación y Explotación.

El directivo se marcha tras haber conseguido mejorar notablemente las cifras de la constructora alicantina, al apostar por una mayor diversificación del negocio, al tiempo que una mayor especialización de sus distintas áreas. De esta forma, la facturación global de la firma ha pasado de los 66,8 millones de 2016 a los más de 100 millones con que cerró el año pasado, lo que supone un aumento de casi un 50% y la sitúa en estos momentos como la primera constructora alicantina por volumen de negocio. Del mismo modo, los beneficios han aumentado de 1,3 a 2,1 millones de euros.

Además, la firma acumulaba al cierre del pasado ejercicio una cartera de obras pendientes de 233,7 millones de euros, según las últimas cuentas que tiene depositadas en el Registro, en buena medida contratadas con el propio Ministerio de Fomento al que ahora se marcha el ejecutivo, o con alguno de sus organismos dependientes, como el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), además de entidades financieras o fondos de inversión.

Junto con la construcción de infraestructuras, CHM ha apostado en los últimos años por el negocio de la conservación de carreteras -por ejemplo, forma parte de la UTE que el año pasado se adjudicó el mantenimiento de la autopista entre Ocaña y La Roda, la AP-36-, y también ha reactivado sus proyectos de promoción inmobiliaria, junto a los Rocamora o la constructora Alibuilding.

Continuidad

Por su parte, Francisco Javier Martínez Berna ya ocupaba la presidencia del Grupo Vallalba, el holding con el que los hermanos Martínez Berna controlan sus negocios, y ahora pasará a desempeñar también esta tarea en la constructora. Desde la compañía no quisieron aclarar si se trata de un nombramiento temporal, mientras buscan un nuevo ejecutivo externo para hacerse cargo de la misma, o si la intención es que se mantenga en este puesto. En cualquier caso, lo que sí parece claro es la intención de continuar con la estrategia empresarial puesta en marcha por Vicente Vilanova. En los últimos años, los Martínez Berna han tratado de diversificar sus negocios, con su inversiones en el sector de los apartamentos turísticos o en el negocio de la energía solar, entre otros.