El grupo Verne apunta alto. La compañía alicantina que dirige Gianni Cecchin prevé duplicar su facturación en tan solo cuatro años, hasta superar los 300 millones de euros en 2024, gracias al negocio que generará la implantación del 5G, la expansión internacional y su nueva apuesta por las tecnologías emergentes. Así lo señaló ayer el propio ejecutivo durante la presentación de la nueva división que ha constituido la empresa, Verne Tech, con la que pretende plantar batalla en áreas tan punteras como el Big Data, la ciberseguridad, el Machine Learning o el software de gestión empresarial.

Un proyecto en el que Verne ya lleva invertidos más de diez millones de euros, principalmente en la adquisición de las tres compañías especializadas que la firma ha utilizado de base para poner en marcha esta iniciativa. Se trata de Base 10, especializada en sistemas y ciberseguridad; la eldense Azeta, cuyo principal área de negocio son las soluciones de gestión empresarial; y la división en España de SolidQ, con base en Albatera, especializada en cloud, data e Inteligencia Artificial.

El negocio que aportan estas firmas permitirá que la nueva división genere este mismo año más de 20 millones de ingresos, una cifra que sus responsables confían en llevar hasta los 50 millones de euros para 2024. Al frente de las distintas áreas de especialidad de esta nueva división estarán Antonio Soto, Alejandro Suarep y Antonio García, que ayer recordaron la importancia que ha adquirido la digitalización para todo tipo de empresas. «La digitalización ya no es una opción, es una necesidad», recalcó también el CEO del grupo, quien destacó que la nueva división convierte a Verne en una de las firmas más «transversales» de su sector, capaz de desplegar grandes infraestructuras de telecomunicaciones, pero también de ofrecer soluciones tecnológicas de software de última generación.

Un 20% más, pese al covid

Para el presente 2020, Verne Group prevé facturar en su conjunto 165 millones de euros, lo que supondrá un incremento del 20% sobre las cifras de 2019, a pesar del impacto de la pandemia del coronavirus en la economía. Al respecto, el CEO de la firma señaló que, como el resto de empresas, sufrieron un parón durante los 15 días iniciales del confinamiento, tras los que sus clientes no sólo mantuvieron la mayoría de sus proyectos, sino que, incluso, los reforzaron o contrataron otros nuevos, al calor de la expansión del teletrabajo y la aceleración que sufrió la digitalización de todo tipo de procesos. Eso sí, reconoció que, aunque la facturación no se resentirá, sí habrá un impacto mayor en los beneficios.

En cuanto a los planes de futuro del grupo, el ejecutivo señaló que su previsión es alcanzar los 300 millones en 2024 gracias, por un lado, al negocio que generará la nueva infraestructura necesaria para implantar el 5G y, por otro lado, a su apuesta por la internacionalización, con el despliegue de las redes de fibra óptica en Europa y el norte de África, donde esta tecnología va más retrasada que en España.