Eduardo Ceballos asumió hace año y medio la presidencia de la Asociación Española de Centros Comerciales, y ni mucho menos podía esperar que tendría que enfrentarse a los devastadores efectos que la pandemia ha tenido sobre todos los sectores económicos en general, y el de los comercios en particular. Destaca el esfuerzo que están realizando los establecimientos para salir adelante, aunque también pide la complicidad de las administraciones, en particular por lo que respecta a la flexibilización de horarios.

P La asociación que preside ha calculado que los centros comerciales del país han perdido 3.000 millones de euros durante cada uno de los meses que permanecieron cerrados...

R El volumen anual de ventas de los centros comerciales en España es de 46.000 millones de euros, con lo que el impacto ha sido enorme durante los casi tres meses que tuvieron que permanecer clausurados por el estado de alarma. Hay que tener en cuenta que nuestro país ha tenido el cierre más largo de Europa, con lo cual las pérdidas también han sido de las más elevadas.

P ¿Cómo han funcionado las cosas desde la reapertura?

R Al principio hubo un efecto rebote, porque la gente tenía ganas de salir del confinamiento y realizar compras, por lo que los inicios fueron prometedores y optimistas. También porque, sobre todo en el sector de la moda, hubo unas rebajas muy agresivas. A partir de ahí, se registró un bajón en la actividad que, afortunadamente, ha ido remontando, con mejoras relativas de un mes para otro. El esfuerzo está depositado ahora en lograr la continuidad de los negocios de cara a encarar un 2021 que esperemos ofrezca unos mejores resultados.

P ¿Recuperar la confianza del consumidor está siendo un elemento fundamental?

R Los centros comerciales han estado trabajando muchísimo en esa línea, sobre todo desde la vertiente de ofrecer a los clientes espacios seguros y limpios, y prevenir al máximo los contagios por coronavirus. También se ha acometido una inversión importante en este sentido.

P ¿La recuperación está siendo igual para todos o hay diferencias?

R Hay mucha disparidad en función del tipo de actividades. Los comercios relacionados con la alimentación están vendiendo más. También los que se dedican a todo lo relacionado con el hogar, como es el mobiliario, la decoración o el bricolaje. En la moda, en cambio, hay mucha disparidad, y los que están más vinculados a las ceremonias, como bodas, comuniones u otros eventos, lo están pasando peor. De hecho, hay sectores que crecen un 5% en ventas mientras que otros llegan a bajar hasta un 50%. El ocio, asimismo, está sufriendo bastante, sobre todo los cines, que no tienen estrenos que ofrecer, y la restauración. También influye la ubicación de los centros comerciales, pues los situados en el norte, que viven más del turismo nacional, han pasado un verano mejor que los de las zonas que dependen de los extranjeros.

P ¿Cuáles son las perspectivas que se manejan de cara al futuro?

R La incertidumbre sigue marcándolo todo y, por ejemplo, está propiciando que las inversiones previstas se pospongan para más adelante. También hay mucha renegociación de contratos de alquiler, siempre buscando sobre todo la continuidad de los negocios. En este sentido, hay que decir que hasta ahora los cierres han sido muy puntuales. Hay ganas, como digo, de mantener la actividad, y también los 740.000 empleos del sector a nivel nacional.

P ¿Qué opina de las medidas que ha ido adoptando el Gobierno?

R Muchas empresas se han podido acoger a préstamos ICO, y la prórroga de los ERTE, con el comercio entre los sectores beneficiados, es sin duda una buena noticia. Con todo, lo que pedimos es que haya una mayor flexibilidad horaria de cara al próximo año para poder recuperar al menos una parte de los días perdidos por el estado de alarma. También estaría bien una exención temporal del IVA en algunos productos, para incentivar el consumo.