Se espera que el mercado mundial de la educación se duplique para 2030, impulsado principalmente por los cambios demográficos y sociales y la revolución tecnológica.

CPR Invest Education es un fondo de renta variable global que invierte en todo el ecosistema educativo, desde las primeras etapas de la educación hasta el desarrollo profesional continuo. Su objetivo es aprovechar la creciente demanda, la tendencia a la privatización y el marcado aumento del gasto en educación durante toda la vida, ayudando a las personas a afrontar el mundo actual y futuro. El fondo está gestionado por CPR AM, una filial experta en Inversión Temática de AMUNDI.

Vafa Ahmadi, Director de Renta Variable Temática de CPR AM, centro experto en gestión temática de Amundi, nos cuenta más sobre este tipo de fondos.

– ¿Cómo ha sido el comportamiento de los inversores en los últimos meses?

Tras unas muy buenas suscripciones netas registradas en 2019, con 262 millones de euros, CPR Invest – Education ha captado 163 millones en los tres primeros trimestres de 2020. Nuestra estrategia abarca todos los aspectos del ciclo educativo y el universo de inversión se estructura en torno a tres pilares: instalaciones educativas, contenidos y herramientas; y servicios educativos. En 2020, la mayor contribución a la rentabilidad vino desde el pilar de contenidos en su dimensión de tecnología de la educación (EdTech).

El sector de EdTech surgió en la pasada década con 500 millones de dólares en inversiones de capital riesgo en 2010; acabando 2019 multiplicando por 14 esa cifra, hasta los 7.000 millones de dólares. El capital riesgo ha estado impulsando el crecimiento global de la EdTech y en 2020 probablemente se registrarán más de 10.000 millones de dólares en el sector. En los primeros tres trimestres ya se ha alcanzado el récord de 8.300 millones de dólares de inversión de capital riesgo. China mantiene el liderazgo, India ocupa la segunda posición, seguida de Estados Unidos.

Estos tres mercados por sí solos suponen más del 90% de la inversión global en EdTech. 5.100 millones de los 8.300 millones de dólares fueron invertidos en 23 Mega Rondas de financiación (operaciones de más de 100 millones de dólares). La última ronda (en agosto de 2020) valoraba a la empresa Byju, con sede en la ciudad india de Bangalore, en 10.500 millones de dólares, siendo la segunda startup más valorada en la India.

– ¿Hasta que punto ha influido la crisis sanitaria del covid-19?

La educación es más que un simple intercambio de conocimientos. Es también una vía de crecimiento para los individuos, las compañías y los gobiernos. Las Naciones Unidas lo convirtieron en uno de sus Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS), pero es también la clave para alcanzar muchos otros, como romper el ciclo de la pobreza, reducir desigualdades, vivir una vida saludable, etcétera.

Aunque la demanda está creciendo globalmente y especialmente en los países emergentes, la disrupción en el puesto de trabajo, debida a las innovaciones tecnológicas, requiere adaptaciones masivas.

La tecnología ha transformado prácticamente todos los aspectos de nuestras vidas, y ahora parece que el ecosistema educativo en todo el mundo precisa de una actualización. El COVID-19 claramente ha acelerado esta disrupción y los educadores están aprovechando la revolución digital y adoptando nuevas tecnologías para ayudar a los estudiantes a alcanzar su máximo potencial.

«El universo de la inversión en educación es joven, dinámico e impulsado por países emergentes y de habla inglesa», Vafa Ahmadi.

– ¿Por qué invertir en educación es una buena opción?

Nuestro fondo CPR Invest – Education invierte en compañías cotizadas relacionadas con todo el ciclo del ecosistema educativo. Su objetivo es beneficiarse de la demanda creciente, la tendencia hacia la privatización y el aumento del gasto en educación.

Nuestro enfoque se basa en tres pilares fundamentales:

1. Acceso a la educación y al mercado laboral, que incluye educación primaria, secundaria y universidades, junto con agencias de empleo y gestión de talento.

2. Editores de contenido académico y tecnologías educativas (como software de e-learning y herramientas para instituciones educativas).

3. Instalaciones para estudiantes, como residencias, restauración y transporte escolar.

El perfil del universo de inversión en educación, tal como lo hemos definido, tiene cuatro características principales: es joven, dinámico, concentrado en compañías de pequeña capitalización e impulsado por los países emergentes y de habla inglesa.

– ¿Cómo están siendo los resultados de este tipo de fondos en España?

No existe un fondo de gestión activa similar en España o en Europa. Nuestro equipo, con una experiencia media de 21 años en la industria; con dos gestores de cartera especializados en el ecosistema de la educación y 14.000 millones de euros de activos bajo gestión, tiene una configuración única capaz de identificar las tendencias estructurales que están impulsando la industria de la educación, al tiempo que aplica un riguroso enfoque sostenible para generar un impacto positivo en las sociedades.

Sin embargo, dicho esto, podemos encontrar enfoques similares en el mercado con una mayor exposición hacia el sector tecnológico y menos diversificados desde el punto de vista geográfico.

«No existe un fondo de gestión activa como CPR Invest Education similar en España o en Europa», Vafa Ahmadi.

– La inversión temática, ¿es una moda o una opción realmente viable?

El enfoque temático, que trata de identificar los fundamentales que impulsan un valor, es más pertinente que el enfoque tradicional, que se centra en el hecho de que una compañía pertenece a un determinado país o sector (cuando las diferencias de rendimiento pueden ser considerables dentro del país o del sector). La inversión temática está adquiriendo mucha fuerza entre los inversores institucionales, ya que son conscientes de la necesidad de invertir en megatendencias para proteger sus carteras contra los riesgos que pueden materializarse en un futuro próximo o a más largo plazo.

Para los inversores particulares, la inversión temática es una forma de alinear sus inversiones con sus convicciones. La inversión responsable tiene mucho sentido en la gestión temática, donde las megatendencias y el desarrollo sostenible comparten la misma visión a largo plazo.

En el contexto de la creciente inestabilidad económica causada por la crisis del Covid, la inversión temática ofrece a los inversores a largo plazo una forma de favorecer los activos que están expuestos al crecimiento a largo plazo, lo que en cierto modo permite superar las fluctuaciones económicas impredecibles. Es probable que la pandemia confirme la importancia de un enfoque de inversión a largo plazo y con visión de futuro y que debemos confiar en las tendencias estructurales que perdurarán durante las crisis.

– ¿Qué otras tendencias identificáis actualmente?

La disrupción es una tendencia muy poderosa. Una de sus fortalezas obvias es que se extiende a través de diversos sectores. Creemos que abarca más de 30 subtemas. Las empresas disruptivas son capaces de responder a los retos que plantea la crisis de formas nuevas y muy creativas. Subtemas como la ciberseguridad, la nube, el comercio electrónico, las tecnologías financieras (fintech), la telemedicina... deberían crecer en importancia como componentes de un mundo post-COVID.

Los temas sociales también deberían ganar más terreno, ya que las graves perturbaciones económicas vinculadas a la pandemia del COVID-19 han hecho que las desigualdades sociales sean aún más evidentes e incluso las ha ampliado. En términos más generales, creo que la pandemia pondrá en primer plano los fondos de impacto, ya que los inversores se volverán muy sensibles a lograr, a través de sus inversiones, una mejora positiva y concreta a las cuestiones sociales y los desafíos ambientales.

Por último, pero no menos importante, creemos en el tema de la tecnología médica o Medtech. La ciencia médica está avanzando a pasos agigantados a diario, impulsada por la revolución digital. Este universo de inversión está en pleno flujo y expansión y está siendo impulsado por una sólida actividad de fusiones y adquisiciones y por un ritmo vertiginoso de innovación, con tasas de crecimiento especialmente altas.