Si algo define a Eva Toledo es su espíritu emprendedor, algo que desde bien joven le llevó a sondear distintas posibilidades relacionadas con el mundo de las empresas y que le orientaron finalmente hacia las marcas, un campo apenas explorado hace apenas unos años y que, sin embargo, se ha convertido finalmente tanto en su pasión como en su profesión. Socia y fundadora de la agencia Padima, a la par que profesora en la Universidad de Alicante, fue elegida el mes pasado nueva presidenta del Círculo-Directivos de Alicante, una asociación desde la que piensa volcarse en la búsqueda de la excelencia directiva de las empresas.

Eva Toledo, hija de un médico canario y una médica de Elda, nació hace 47 años en Madrid, aunque cuando apenas tenía cinco ya se trasladó con su familia a Alicante. «Es por ello por lo que me considero alicantina. Me he criado aquí y todas mis vivencias están ligadas a esta ciudad», apunta.

Reconoce que estudió Ciencias Económicas sin tener demasiado claro hacia dónde tenía que orientar su futuro. «Me gustaba el mundo de las empresas y quería crear algo, aunque no sabía exactamente el qué», recuerda. Esa cultura empresarial le venía de la familia de su madre, ya que su bisabuelo y después sus abuelos estuvieron vinculados al sector del calzado.

Tras darle varias vueltas a la cabeza, hubo un acontecimiento cuando estaba en la recta final de sus estudios que le hizo decidirse por la que sería finalmente su profesión: la creación en Alicante de la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO). «Desde un primer momento -señala- me interesaron las inmensas posibilidades que ofrecía para las empresas el mundo de las marcas, tanto desde el punto legal como desde el del marketing, y desde luego lo identifiqué como una oportunidad».

Tanto fue así que estudió un curso de marcas, diseños y patentes, al tiempo que realizó un periodo de prácticas en la Oficina Española de Patentes y Marcas. Durante su estancia en Madrid, obtuvo también el título de agente oficial de Propiedad Industrial y, después de varias colaboraciones en agencias, en 1998 fundó junto a Iván Sempere la suya propia en Alicante, bajo el nombre de Padima, estando al frente del Área de Estrategia y Protección de Datos. El principal objetivo de esta firma es ayudar a las empresas a desarrollar su creatividad desde la tranquilidad de estar bien protegidos y defendidos frente a copias e imitaciones. También se ha especializado en la valoración de estos activos, así como en la gestión de amenazas y ataques reputacionales a través de las redes sociales.

Toledo viene compaginando su profesión con la de profesora de Marketing Estratégico y Comportamiento del Consumidor en la Universidad de Alicante. A todo ello ha añadido, desde el pasado mes de septiembre, su cargo como presidenta del Círculo-Directivos de Alicante, puesto en el que ha sustituido al que había sido su máximo responsable en los últimos ocho años, Javier Fur, CEO del Grupo Marjal. Entre los principales objetivos que se ha marcado, destaca el refuerzo de las actividades de la asociación en toda la provincia, trabajar por la excelencia directiva a través de la formación y la motivación, e incluso buscar directivos foráneos que puedan venir a Alicante para desarrollar su carrera. «Un directivo juega un papel fundamental en sus empresas. Si hay directivos capaces e ilusionados, las empresas funcionan», asevera.

Y todo ello en un ambiente repleto de incertidumbres como consecuencia de la crisis provocada por el coronavirus. «Sería absurdo -señala- afirmar que todo está bien, pero yo prefiero ser siempre optimista. Trabajamos con organizaciones muy capaces que ya se han enfrentado a muchas crisis. Aquí, además, contamos con gente muy creativa y capacitada. El turismo está más tocado que el resto, pero con la unión y el esfuerzo de las empresas, estoy convencida de que saldremos adelante».

Toledo pone como ejemplo a algunos sectores que han sabido reinventarse e incluso explorar una oportunidad en lo que está sucediendo. «Las empresas de la Foia de Castalla han adaptado sus procesos productivos para elaborar productos contra el covid, y lo mismo ha sucedido con el textil. También la sanidad privada y las nuevas tecnologías están progresando».

Respecto a su condición de mujer en puestos de alta responsabilidad como el de presidenta del Círculo, señala que «lo veo como una cosa natural, consecuencia de la evolución a la que estamos asistiendo. Cada vez hay más mujeres en la Universidad y que permanecen más tiempo en el mercado laboral. Tenemos que pagar un peaje, como el de tener menos tiempo para nosotras. Pero yo tengo cuatro hijos y disfruto de ellos, de los amigos y de los viajes. Es cuestión de organizarse». A la pregunta de si podía haber más mujeres directivas, Toledo lo tiene claro: «Depende de nosotras».

Respecto a sus aficiones, afirma que le encanta la navegación. No en vano, llegó a ser componente del equipo nacional en embarcaciones «vaurien». También le gusta el atletismo, los idiomas y la novela negra.