A pesar de que ya concentra más del 70% de sus ventas en el extranjero, Vicente Sala Martínez sigue mirando al exterior para expandir el conglomerado industrial que heredó de su padre, el expresidente de la CAM, Vicente Sala, que está especializado en la comercialización de polímeros para la fabricación de productos de plástico. Si en 2018 el empresario constituyó una nueva sociedad en Texas, Estados Unidos, para atacar los países de Centroamérica y reforzar su posición en el resto de mercados latinoamericanos donde está presente; el año pasado Sala optó por crear sendas filiales en Italia y Francia como primer paso para incrementar sus ventas en la Unión Europea, donde ahora sólo consigue un 8% de sus ingresos.

El grupo que preside Sala cerró el pasado ejercicio con una facturación de 189,3 millones de euros, lo que supuso una caída de un 7,7% sobre las cifras del año anterior, según consta en las cuentas consolidadas de Samar Internacional, la matriz del conglomerado. Una caída que se produce a pesar de que en realidad la compañía logró vender un 9% más toneladas que en 2018 y que desde la firma atribuyen al descenso que experimentó el precio del petróleo, lo que marca también la cotización de los polímeros.

Así, desde la mercantil recalcaron ayer la mejora de la rentabilidad del negocio que se obtuvo, a pesar del citado descenso de la cifra de ingresos. Al respecto, el beneficio consolidado pasó de un millón en 2018 a 5,6 millones en 2019, debido a esta mejora del resultado de explotación, aunque también a los ingresos extraordinarios que se anotó el grupo después de que el Ministerio de Economía de Brasil reconociera una deuda de 4,8 millones con la compañía por el exceso de aranceles cobrados en años anteriores. En cualquier caso se trata del mejor resultado del grupo de los últimos cuatro años.

Más ventas, a pesar del covid

En cuanto a la evolución del presente año, desde Samar prevén continuar con el incremento en el volumen de toneladas comercializadas, a pesar del impacto de la pandemia del covid-19, sobre todo gracias al tirón de los polímeros para la fabricación de envases de plástico para alimentación, o los destinados a la producción de recipientes para productos de higiene, como los geles hidroalcohólicos. También confían en que su apuesta por nuevos mercados en Europa dé sus frutos.

Además de las ya citadas, el holding de Vicente Sala cuenta con filiales en Colombia, Argentina, Brasil, México, Uruguay o Perú, en el caso de Latinoamérica, su principal mercado, además de otras en Oriente Medio o Marruecos. El año pasado, el grupo facturó 55,7 millones en España, 15,7 millones en la Unión Europea y hasta 117,7 millones en el resto del mundo, principalmente en América.

La deuda de la empresa con entidades de crédito ascendía al cierre del pasado año a 25 millones. Además, la sociedad patrimonial de la que depende mayoritariamente, Hersa Enterprises, debía 45 millones de euros. Una deuda que se generó en buena medida para sufragar el acuerdo al que Vicente Sala llegó con sus hermanas para comprarles su participación en la firma, tras el fallecimiento de su madre, María del Carmen Martínez, que fue asesinada cuando estaba en el concesionario de coches que también era propiedad de la familia.